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«Es mejor no pensar qué pasaría si no existiesen las oenéges» 

P. Blanco, S. G. Rial, J. V. Lado CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Centenares de familias reciben alimentos y ayuda de Cáritas o Cruz Roja. ¿Funcionan las campañas? ¿Son necesarias? ¿Por qué?

17 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de 700 familias de la Costa da Morte reciben alimentos o ayuda de oenegés: Cáritas y Cruz Vermella, fundamentalmente. Esa ayuda constante a lo largo de todo el año incluso se intensifica ahora en Navidad: las entidades benéficas dependen, para su labor, de la solidaridad de los ciudadanos, de ayudas varias, de instituciones como el Banco de Alimentos o de fondos a nivel autonómico, español y europeo. Pero todo eso hay que gestionarlo. ¿Qué pasaría si esta red de voluntarios y oenegés faltase?

Desde Cáritas de Laxe y Serantes, Rafael Martín alude al papel de Servizos Sociais municipales o de la Xunta, a través de opciones como la Risga, además de a la propia Iglesia. Pero, tal y como apunta Lucía González desde Cáritas de Corcubión, un Concello no puede ofrecer la ayuda que ellos aportan cada quince días. Realmente, no hay una red que pudiese evitar la caída de toda esa población si las oenegés desapareciesen. «Lo pasarían muy mal, porque hay gente que tiene Risga y otra que no tiene nada. ¿Qué pasaría si las oenegés faltasen? No lo sé. Es mejor no pensarlo», dice Orfi Méndez, de Cáritas de A Laracha. Lo refrenda Déborah Morate desde Cáritas de Camariñas: «Aquí la pobreza tarda más en llegar, pero también tarda más en irse. Nosotros tenemos 40 expedientes familiares abiertos y ni siquiera el 5 % cobran la Risga. En un pueblo, todo el mundo está dispuesto a colaborar en algo puntual, pero cuando ese problema persiste en el tiempo, hablemos de 6 meses, ya es distinto. No hay albergues, no hay equipamientos públicos, estás en la calle. Si tienes que tramitar una ayuda son meses de espera, en las oenegés respondemos de inmediato a la necesidad». Loli Pombo, de Cáritas de Buño, está de acuerdo. Se pregunta quién le da «nin un euro a unha persoa» mientras pasan meses de papeleo. Daniel Turnes, sacerdote de Vimianzo, alude a esa misma respuesta «áxil e directa»: «Cáritas non choca con outras institucións. Somos un intermediario. Podemos dar unha resposta rápida que os Concellos, por exemplo, pola súa propia mecánica (burocracia, informes...), non poden, aínda que queiran». Así, pues, las oenegés conforman en la comarca un ejército solidario imprescindible.

Más de 700 familias

Cáritas de Bergantiños atiende a unas 400 familias al año. Cáritas de Laxe, a unas 16; en A Laracha, 25; en Corcubión, 16; en Camariñas, 40; en Fisterra, 80; en Cabana (desde Cesullas), 15; en Malpica, 50 (desde Buño); en Caión, 10; en Baio, 8; y, en Cee, son entre 35 y 40 las personas acuden cada día a la cocina social de esta entidad. Son datos facilitados ayer por las entidades. También hay Cáritas en Muxía, Corme y Vimianzo. Cruz Vermella de Vimianzo da alimentos a 38 familias y, en Carballo, atiende 187 personas. Esta oenegé funciona asimismo en Malpica y en Laxe.