En As Eiroas hubo ayer muchos alicientes. Los más jóvenes andaban prestos y dispuestos en busca de algún autógrafo o de hacerse una foto con sus ídolos. Otros seguían con la mirada las evoluciones de las nuevas adquisiciones del Deportivo para la próxima temporada. Pero en la grada había también quien estaba interesado en ver in situ a las tres caras nuevas del Bergantiños.
Y ninguno de ellos defraudó en su debut. Rubén Rivera anotó el gol rojillo y cuajó un buen encuentro. Todo apunta a que será un jugador determinante la próxima temporada. Baleato demostró ser un gran mediocampista y formará un magnífico tándem con Granada en la medular. Y Pablo Antas tiene muchos quilates en sus botas. Del resto, destacó la aportación de Iago Blanco, que fue una pesadilla por la banda izquierda hasta que las fuerzas le flaquearon a la misma velocidad a la que el cuadro de Pepe Mel imprimía ritmo de partido.
De hecho, el choque fue igualado (Piñeiro falló un penalti con 0-0) hasta el minuto 60, en el que el Deportivo anotó el tercer gol. A partir de entonces, el cuadro carballés bajó los brazos y los blanquiazules, con un Bicho espectacular, se llevaron la goleada.