«Mi experiencia con la Fundación Torre-Pujales ha sido muy enriquecedora», asegura el escultor y artista madrileño becado por dicha fundación
28 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Nació en 1950 en Madrid. Trabajó en el taller del escultor Manuel de la Colina, lo que le llevó a estudiar en la Escuela de Arte y Oficios. Fue becado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid y amplió sus estudios en la Fundación Juan March de Bélgica. Presentó su primera exposición en Madrid con apenas 19 años. Y en los ochenta ya era un reputado artista y experto en escultura. Su extensa, rica y variada obra «de más de 600 piezas», se encuentra, entre otros sitios, en el Reina Sofía y en el Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid; Municipal de Valdepeñas; Casa de la Moneda, Bellas Artes de Santander, colecciones BBVA, Banco de España... David Lechuga Esteban se encuentra estos días en la Costa da Morte. En concreto, becado por la Fundación Torre-Pujales de Corme.
-Es muy conocido por sus esculturas talladas en madera, pero, ¿se dedica a algo más?
-Me dedico también un poco a la música y a todo aquello que tiene relación con el arte. Creo que es necesario abrir el abanico a las novedades técnicas y expresivas vinculadas al arte.
-Pero lo suyo es la escultura.
-Sí, básicamente sí.
-¿Qué materiales suele emplear en sus obras?
-Pino y abedul y de eso tenéis mucho y de muy buena calidad en vuestra zona. Me llama mucho la atención los grandes robles que hay por toda esta zona.
-¿Por qué se interesó por las artes plásticas?
-Me dedico a la escultura desde los 19 años y empecé porque mi padre, que se llamaba Tomás, era ebanista.
-Vamos, de tal palo, tal astilla.
-Sí, puede decirse que sí. Todo lo que tiene que ver con los ensamblajes y lo relacionado con la ebanistería lo aprendí de mi padre.
-¿Recuerda cuando llevó a cabo su primera exposición?
-Sí, tenía 19 años. Empecé en Arte y Oficios a los 17 y con 19 y todavía estando en la escuela expuse una galería en Madrid que ya no existe .
-Ahora se encuentra en Corme con la Fundación Torre-Pujales.
-Estoy becado y comparto esta beca con un compañero, también becado, Antonio Tamara, analista de laboratorio y ensayo del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales. Y esta experiencia nos ha servido para poder intercambiar ideas y conocimientos. La verdad es que está siendo una experiencia muy enriquecedora y fructífera. De hecho, no es la primera vez que soy becado por la fundación. Ya lo estuve por primera vez en el 2007.
-Qué le está pareciendo la estancia en la Costa da Morte?
-Pues un verdadero placer. Para un escultor esta zona es una referencia de todo lo pétreo. Es una inspiración continúa para un artista.
-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de esta comarca a la hora de inspirarse?
-Caminar a O Roncudo, desde Corme, es algo que hago todo los días. Te encuentras con gran cantidad de construcciones pétreas, como consecuencia de la incidencia del mar en el litoral. Como escultor he encontrado la inspiración.
-Hay algún otro entorno que le haya llamado poderosamente la atención durante su estancia?
-El Dolmen de Dombate es impresionante. Me interesa mucho todo lo que tiene que ver con la prehistoria. Ese retomar raíces me parece muy importante. No me extraña que lo definan como la catedral del megalitismo de Galicia, es una obra culmen. Y también me ha llamado la atención el montaje que existe alrededor del dolmen, me parece impresionante y digno de alabar y visitar.
-De todo lo que conoce de la Costa da Morte, ¿con qué se quedaría?
-Con Dombate, sin duda. Es un lugar sagrado y no hablo solo como artista, sino como un visitante más, genera una impresión muy potente para el que lo visita. También me ha llamado mucho la atención A Pedra da Serpe, me parece una obra muy interesante. Es que los que vivís en la Costa da Morte tenéis muchas cosas que son dignas de visitar, de estudiar, de analizar y de promocionar.
-¿Qué le queda por ver de la Costa da Morte?
-Me queda por ver y descubrir la comarca de Fisterra, las tumbas de los canteros, que tanta vinculación tienen con los escultores. Hice el Camino de Santiago desde Roncesvalles y por un accidente tuve que parar en Sahagún, pero tan pronto pueda, completaré el Camino y, desde luego, mi idea es terminar en Fisterra.
Más de cerca
¿Qué le gusta más, la playa o la montaña? Soy más de playa.
¿Algún entorno preferido? O Roncudo y todo lo que representa: la lucha constante del percebeiro por lograr los mejores percebes frente a un mar que no hace más que ponérselo complicado. El oficio de percebeiro, y he logrado hablar con algunos de ellos, me merece todos mis respetos por la que dificultad que entraña ese trabajo.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la gastronomía de esta comarca? Los percebes el pulpo... Muchas cosas. Las empanadas, que son fantásticas. Las probé de sardina, de pulpo, de vieiras.... Son increíbles, me gustan todas [sonríe].
¿Es de ver la televisión? Depende de qué tipo de programa. Me gustan los divulgativos, los que te enseñan algo. Los documentales me gustan todos, En la 2 hay unos que son fantásticos. También me gusta ver los deportes, sobre todo aquellos que no son multitudinarios, como el ciclismo.
¿Piensa regresar a la Costa da Morte en breve? Si puedo, regresaré el verano del año que viene. Tengo bastantes amigos en Galicia, como Santiago, Betanzos...
O sea que hará el Camino de Santiago y continuará disfrutando de esta gastronomía. Sí, seguro. Si todo marcha según lo previsto completaré el Camino hasta Fisterra y continuaré disfrutando de todo este paisaje y toda esta gastronomía tan maravillosa que tenéis.