El mal tiempo impide aprovechar los precios del marisco navideño

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Los percebeiros, sobre todo, o no lograron los topes o lo hicieron con mucho riesgo

11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Navidades fueron buenas, siempre lo son, para el sector del mar en la Costa da Morte. Ahora bien, pudieron ser bastante mejores de no ser por los temporales que le aguaron a pescadores y mariscadores la fiesta que les auguraban los precios de auténtico récord que alcanzaron muchas de las especies principales de estas fechas. Así que -aunque la valoración va por barrios como todo en función de los resultados de cada uno- podría hablar de una sensación general agridulce porque, si bien es cierto que los ingresos de los profesionales recibieron un empujón en estas fechas lo necesitan y mucho para aguantar el tirón de los meses que se avecinan, que no son los mejores para su actividad.

«A vida do mariñeiro é así, hai que gardar das risas para as choras. A nós non nos foi nada ben porque vén moi mal tempo xusto na semana de Noiteboa e non collemos o tope ningún día e despois xa baixou moito o prezo, polo que en Reis nin abrimos», explica Víctor Haz, el presidente de los percebeiros muxiáns, quien destaca que vendieron por encima de los 100 euros de media el problema es que ningún día alcanzaron los siete kilos de tope que tienen fijados para cada uno. «O que pasa é que xa vés aguantando outubro e novembro e faste a ilusión por como foi outros anos para tirar agora xaneiro e febreiro, pero esta vez non foi así», añade.

«E que un día de traballo no Nadal é o soldo de xaneiro ou de febreiro», apunta el presidente de la agrupación de Corme, Roberto Vidal, que en su caso tuvieron una campaña satisfactoria, pero a costa de arriesgar mucho. «Este ano e máis o pasado a verdade é que xogamos con lume. Viñeron moitos temporais, mal tempo e mareas mortas nos primeiros días, o que pasa é que vas porque son datas moi sinaladas» y porque los precios animaban y mucho. El producto de O Roncudo marcó el récord de 286 euros el kilo en la subasta coruñesa, pero Vidal explica que, aproximadamente, se podría fijar una media de entorno a los 170 euros el kilo, que es un precio razonable, pero obtenido en unas condiciones muy duras. Ahora irán trabajando en los días y las zonas más propicias, mientras que el emblemático Roncudo se vuelve a cerrar hasta el mes de julio, que es cuando se celebra la fiesta gastronómica de este producto en Corme.

Ese condicionante del tiempo ha sido la clave general para todo el sector, incluso donde las valoraciones de la campaña son buenas, como en la lonja de Fisterra, desde la que su patrón mayor, Manuel Martínez Escarís, explica que se puede hablar de «un bo Nadal» porque abundaron algunos productos que resultan relevantes en su actividad como el erizo y los clásicos, como el rodaballo y el resto de pescados del día especialmente cotizados en estas fechas, llevaron precios muy altos. Incluso la pescadilla se mantuvo bastante por encima de la media o las fanecas alcanzaron cotizaciones atractivas. Únicamente falló un poco la centolla, que también marca la facturación en estas fechas y las descargas en Fisterra resultaron escasas. En cambio, la actividad estrella del marisqueo de la localidad, la extracción de navaja -en estos momentos las zonas de longueirón están cerradas- se comportó de manera más que razonable. Los buzos fueron logrando los topes asignados prácticamente todos los días y los precios de 18, 19 e incluso 20 euros el kilo son más que razonables.