Amor por el «aire fresco» de Camariñas desde hace 13 años

Caterina Devesa CARBALLO/ LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

De Cáceres a Galicia para afrontar las primeras vacaciones poscovid-19

28 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin miedo, pero con precaución. Así afrontan Joaquín Floriano y Mari Ángeles Andrada sus primeras vacaciones poscovid-19 con las que suman ya 13 años de veraneo en Camariñas, localidad en la que permanecerán hasta finales del mes de agosto y en la que se sienten como en casa.

«Llevamos viniendo a Galicia 22 o 23 años. Los primeros años nos quedamos en la zona de Ribadeo, después en Oleiros por Santa Cruz y también otras veces por las Rías Baixas, pero desde que descubrimos Camariñas nos quedamos siempre aquí», explica Joaquín, que a sus 69 años no encuentra mejor plan para los meses de verano que escaparse de su tierra hasta la Costa da Morte.

ANA GARCIA

Ni el coronavirus ha podido con su tradición, aunque reconoce que les hizo dudar. «Nos lo pensamos, claro, pero hablamos con la gente de aquí y nos dijeron que en esta zona casi no se habían registrado casos, y en donde nosotros vivimos, tampoco, por lo que decimos seguir adelante con los planes», explica Joaquín.

Responsabilidad ante el virus

A pesar de que ni él ni su mujer temen contagiarse, sus hijos sí les han mostrado su preocupación. «Tenemos tres hijos ya mayores, el más pequeño tiene 27 años y ellos sí estaban preocupados por nosotros», admite Joaquín, que indica que en general ve a los camariñáns muy concienciados con la situación. «Quizá en las terrazas la gente se relaja un poco más, pero por norma general todo el mundo cumple las medidas sanitarias». En su caso indican que antes de que la Xunta decretase el uso obligatorio de la mascarilla a pesar de mantener la distancia de seguridad, en Extremadura ya estaba aprobada la medida por lo que no les ha supuesto ningún cambio. «La llevamos siempre y nos desinfectamos las manos y todo lo que compramos en el súper con gel hidroalcohólico». Precisamente, los productos gallegos son una de las causas que hacen que esta pareja extremeña se decante por Galicia para sus vacaciones. «Yo soy un cocinillas, me encanta cocinar, y con el buen producto que hay aquí , más», afirma Joaquín.

Fieles a la Costa da Morte

Más allá de la gastronomía, la clave para que elijan año tras año Camariñas para pasar los meses de verano está en el clima. «Antes de venir siempre miramos el tiempo, para nosotros es fundamental porque venimos huyendo del calor», confiesan. «En Cáceres estamos siempre a 38 o 40 grados y así no se puede dormir. Agradecemos el aire fresco de Galicia. Para nosotros aquí nunca hace calor. Es un placer poder taparte por las noches».

En donde no llevan tan bien la bajada de temperaturas es en el agua. «En la playa me cuesta bañarme. Mi mujer sí que se baña siempre, pero yo me lo pienso». Entre sus arenales preferidos está el de Lingunde. «Casi siempre vamos allí y otros días a Area da Vila o a Reira. Si hace malo aprovechamos para hacer alguna excursión», cuenta Joaquín.

Después de tantos años visitando Camariñas, este matrimonio ya cuenta con su propia pandilla. «Son muchos veranos viniendo, entonces ya tenemos a nuestras amistades aquí». Además de a sus amigos, son fieles a sus arrendatarios, porque los de Cáceres repiten casa vacacional. «Llevamos alquilando el mismo piso unos cuatro o cinco años», dice la pareja, que tiene claro que con o sin coronavirus el próximo año regresarán.