Los cámpings de la Costa da Morte acusan el campismo irregular de los autocaravanistas

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

A. L.

Aun así, la mayoría de los establecimientos de este tipo han tenido muy buenas cifras este verano

19 sep 2021 . Actualizado a las 13:29 h.

«Poder non se pode, pero faise, claro que se fai. Pero como se vai controlar iso? Vas andar por cada estrada vixiando?». Así hablan desde un cámping de la Costa da Morte acerca de las prácticas inadecuadas de algunos autocaravanistas que acampan en zonas en las que no está permitido. Entendiendo por acampar el hecho de desplegar las ventanas o de sacar mesas y sillas al exterior del vehículo, «eso solo puede hacerse en sitios autorizados», explican desde otro establecimiento de la zona.

Aunque no es mayoritaria, esta práctica acarrea para este tipo de establecimientos una fuga en sus posibilidades de negocio. Pudiendo montar el campamento en primera línea de playa sin pagar un duro, algunos visitantes se salen de lo estrictamente legal y eluden las instalaciones oficiales. Espacios como Soesto, Razo o Nemiña acusan este tipo de prácticas cada verano: «Isto parece unha selva», decía estos días el responsable de un establecimiento hostelero en la playa carballesa.

Un verano de récord

Pese a todo, el verano que está a punto de acabar ha sido de «récord», según lo descrito por varios cámpings de la Costa da Morte, con las tiendas de campaña en auge y, sobre todo, con la fulgurante moda de las furgonetas camperizadas. «Nunca tivemos tanta tenda, sobre todo con xente nova», indican desde el Campamento Turístico Santa María de Brandoñas. En el Baldaio han visto este año «moita furgo», como también en el O Paraíso, situado en la playa muxiana de O Lago. «Moito surfeiro que viña en furgoneta, ía pasar o día a Nemiña e despois volvía pernoctar aquí», indican.

BASILIO BELLO

Un ejemplo de buenas prácticas que, por desgracia, no es unánime. En la propia playa de O Lago, bajo el confortable pinar que hay a los pies de la arena, se ven con frecuencia varios vehículos de ese tipo pasando la noche y con sus enseres desplegados. En verano, en momentos de especial aglomeración, han llegado a acudir las autoridades para dispersar el entorno. «Nin as nosas estradas nin as nosas infraestruturas están preparadas para a cantidade de turismo, e sobre todo de autocaravanas, que chegaron este verán. Dende aquí víanse os puntiños brancos que eran eses vehículos aparcados todo ao longo da estrada que sube ao santuario da Barca, pola zona do porto, na entrada da vila...», apuntan. El propio regidor, Iago Toba, señaló que si bien el área de servicios pública tiene hueco para diez vehículos, «en Muxía chegou a haber algún día máis dun cento», aseguró. Los servicios en la Costa da Morte son insuficientes para tanta demanda. Y eso pese a que se han aumentado, con creces, en los últimos años. 

Los responsables de los cámpings achacan al desconocimiento, en buena parte, las malas prácticas de algunos viajeros. «Hai moito novo autocaravanista», dicen, que en el contexto pandémico quiso probar este modelo de turismo, más privado y que evita el contacto con otros huéspedes. «Os vellos autocaravanistas teñen outros coñecementos e son conscientes, por exemplo, de que as áreas de servizos son para descansar un momento e para facer o cambio de augas, non para pernoctar e acampar ocupando prazas que a outros lles poden facer falla. Hai que pensar no que vén detrás», sostienen.

Perjuicio al medio natural

Sí reconocen que sus potenciales beneficios se pueden ver reducidos por el campismo irregular, aunque al mismo tiempo, como indican desde O Paraíso, creen que el principal perjuicio lo causan al medio ambiente. «Se alí onde están non respectan o entorno, deixando lixo e porquería, ese é o problema», aseguran.

A. L.

Mueven las barreras instaladas por Costas en el párking de Soesto

La Demarcación de Costas empezó a colocar hace un par de años grandes bloques de cemento para limitar el acceso de vehículos de motor a zonas de especial protección, como pueden ser las áreas dunares. Uno de los puntos en los que pueden verse estas grandes barreras es el aparcamiento de la playa de Soesto, aunque este fin de semana pudo verse (imagen superior) cómo alguien desplazó al menos uno de ellos, accediendo los vehículos a zonas prohibidas.