Los jueces del TSXG rechazan una demanda contra la práctica integridad del PXOM, al tiempo que el Concello avanza en la elaboración del Pepri
31 mar 2022 . Actualizado a las 19:38 h.Tras años de innumerables vicisitudes, sobre todo judiciales, como le ha ocurrido a otros municipios del litoral de la Costa da Morte, el urbanismo de Fisterra parece que empieza a salir a flote. No fue sin tiempo: en agosto del 2020 entró en vigor el PXOM, tras trece años de trámites y varios planes pendientes. No era fácil sacarlo adelante, entre otras razones porque buena parte del municipio está afectado por todas las Administraciones, de Costas a Patrimonio, de la Autoridad Portuaria a Portos de Galicia, del Camiño Xacobeo a un 92 % del territorio catalogado como suelo rústico y el casco histórico con su regulación específica. Pocos ejemplos hay así en la comarca, incluso en Galicia, además de que la construcción, durante muchos años, no fue precisamente ejemplar en algunos puntos de localidad, y de ahí la multitud de denuncias y sentencias que aún colean en el TSXG y en el Supremo en breve.
Pero, con todo, las cosas empiezan a arreglarse. Recientemente una sentencia del TSXG daba la razón al Concello a la hora de desechar la intervención en un edificio por los 62 metros cuadrados que reclamaba un vecino como públicos, que los magistrados consideraron que no era precisa. Un tema menor para una zona en concreto, que en todo caso evita que vaya a más. Pero un caso mucho más relevante es una nueva sentencia que rechaza por completo una demanda que afectaba a la integridad del plan urbanístico, interpuesta por un vecino. Alegaba numerosas (y supuestas) infracciones. Por ejemplo, que las modificaciones realizadas desde la aprobación inicial y la exposición pública hasta la aprobación definitiva eran sustanciales, por lo que sería necesario sacarlo de nuevo a exposición pública; que no se justificaba la existencia de recursos hídricos suficientes para el crecimiento previsto, al prever mil viviendas más hasta el 2029, con un total de 4.700, resultando «insuficientes» los informes de Augas, que preveía un crecimiento de solo 300 y con núcleos sin enganches o sin saneamiento. O que el PXOM carece de «informe de impacto de género», entre otros.
Todos temas de calado que, sin embargo, rebaten tanto el letrado de la Xunta como el del Concello de Fisterra, y los jueces les dan la razón.
El abogado autonómico señala que los cambios que hubo fueron obligados para adaptarse a las reformas legislativas posteriores a la aprobación inicial del planeamiento, como el Plan de Ordenación do Litoral. Sobre los recursos hídricos, que la demanda se refiere a las cuencas intercomunitarias, pero este caso de una «intracomunitaria», con informe favorable de Augas, y que en todo caso la capacidad residencial en función de un determinado número de viviendas no determinaría un vicio de nulidad de todo el PXOM. Pero añade que, atendiendo al Plan Hidrológico Galicia Costa, las necesidades que incluye el PXOM «están sobradamente cubiertas». También alude la demanda a vertidos al mar, y desde la Xunta señalan que «no existen», o que las deficiencias en la red de saneamiento las resuelven los promotores de las obras. Además, el informe de género «no resulta preceptivo».
El Concello, por su parte, niega que haya habido cambios sustanciales, ni nuevos criterios, ni modificación estructural. O que el crecimiento previsto es de 909 viviendas en 15 años, a razón de 61 anuales, lo que refleja «la contundencia del informe de Augas de que la denuncia carece de sentido». Niega también los vertidos y que el informe de género sea necesario. Los magistrados del TSXG, con abundantes citas legislativas y jurisprudenciales, inciden en esas vías, desestiman la demanda y condenan en costas al denunciante. El alcalde, además de mostrar su satisfacción por esta resolución, explica que todo lo que se achacaba al documento iba realmente contra la Xunta, que lo examinó y validó.
Un inmueble a ladrillo visto de A Ribeira podría acabar legalizado
El Concello de Fisterra lleva un tiempo trabajando en la elaboración del plan especial de reforma interior (Pepri) de la localidad, un complemento necesario al PXOM para definir con precisión todas las edificaciones, solares y posibilidades. Afecta a numerosos inmuebles, pero tal vez el más llamativo sea uno de ladrillo visto situado en la zona de A Ribeira, delante de la playa, con licencia desde hace 41 años, orden de derribo de la APLU, multas... Pero todo sigue igual. El alcalde cree que hay una posible vía de salida, en la que tendría que estar de acuerdo Costas y Patrimonio, que obviamente incluye el remate del inmueble, que deje de estar en ladrillo. Otra cosa son las alineaciones, pero incluso esta opción tiene ciertas posibilidades si se tienen en cuenta las primeras, las de la antigua casa y la fábrica de salazón y la casa que había en ese solar, vendidos en 1974, y no los nueve metros de retirada que reclama Costas. El alcalde prefiere ser cauto en este asunto, «traballar e esperar», porque afecta a varias Administraciones.
