Los pocos visitantes que hubo ayer se encontraron un pueblo casi fantasma
05 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los pocos turistas que ayer se acercaron hasta la Mostra Olaría se encontraron con un Buño prácticamente desierto: ni en la plaza García Alén, epicentro del evento, había nadie más de los que allí estaban trabajando, hasta el punto que el grupo Tanto nos Ten, al que se le encomendó la sesión vermú, acabó tocando para un público inexistente. Era una de las dos actuaciones que habían solicitado los propios oleiros, pero el colectivo musical entendió el conflicto.
Buño era por la mañana un pueblo casi fantasma por el que vagaban desconcertados unos pocos visitantes. Asunción Hernández es de Santander y está alojada en Camelle. Acudió con amigas de Guadalajara y Ribadeo y un grupo de niños a ver la Mostra y se encontró con las tiendas y los talleres cerrados. Sí se esperaba algo porque leyó que había problemas en La Voz, pero no que fueran tantos.
La Mostra Olaría se limita prácticamente a la carpa en la que hay una exposición de piezas de barro que fueron cedidas por particulares. Esto ha molestado mucho a los artesanos. Lo explicó el presidente de la entidad, Antonio Pereira, O Rulo, ayer en Radio Voz Bergantiños. Aseguró que se trata de objetos que tienen más de diez años y que no representan el trabajo que están haciendo los alfareros. De hecho, consideran que los perjudican.
O Rulo mantuvo que el principal motivo para romper relaciones era que quedaban muchas cosas sin organizar y que en esas circunstancias la Mostra da Olería no iba a estar a la altura de las anteriores, por lo que pidieron que no se celebrara. Además explicó que la Deputación no obligaba a aceptar los 80.000 euros, que podían devolverse explicando las circunstancias, aunque ello supusiera perder dinero para la próxima edición. Señaló que la prueba de los fallos en la preparación de la edición se están viendo ahora.
Alfredo Cañizo, el concejal de la Mostra da Olería, por su parte, sigue con la idea de que no hubo ningún problema y que fueron los oleiros quienes quisieron romper. Dejó caer que hay cuestiones personales y políticas y también habló de «ameazas e chantaxes».
En todo caso, la Mostra Olaría es apenas una sombra de lo que fue y no solo por la ausencia de los artesanos, que era lo principal. Los propios participantes están sufriendo las consecuencias de la situación, incluyendo los cuatro expositores que hay y los propios alfareros que están perdiendo de vender. Además, la imagen que se da no es buena. El domingo habrá una concentración a las doce del mediodía.