Empezó en el atletismo con 50 años y está a punto de superar las 2.500 carreras

Antón Lestón Lago
antón lestón CARBALLO / LA VOZ

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BASILIO BELLO

Atletas del Atlántico | Jesús Bernal es uno de los participantes más queridos del circuito Correndo pola Costa da Morte

23 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 76 años, ha recorrido más de 17.130 kilómetros en 2.497 carreras y, aun así, es uno de los rostros más felices en cada meta que cruza. Por entereza y por felicidad, esa que demuestra haciendo el avión cada vez que completa su desafío. Jesús Bernal (Ferrol, 1947) disfruta como pocos cada vez que se calza sus zapatillas y se pone a correr. Una afición heredada de su padre, que compitió hasta los 90 años y con el que participó en un campeonato del mundo en Finlandia, donde su progenitor ganó dos medallas de oro.

No es una pasión vocacional. Ni mucho menos. De hecho, su relación con el atletismo fue algo así como esos amores veraniegos de las películas que se reencuentran muchos años después. Su primera carrera fue en Peñaranda de Bracamonte, en 1966, mientras estudiaba para trabajar en la Seguridad Social, donde llegó a ser jefe de negociado. En un mismo día, el 27 de agosto, corrió con botas de fútbol la prueba de 1.500 metros y la de 800, ganando una de ellas. Un gran debut que no tuvo continuidad.

Hubo que esperar hasta el 18 de mayo de 1997 para verlo competir otra vez, en Ferrol. «Empecé con mi padre, cuando él se jubiló y pronto me enganché porque, además de disfrutar, se me daba bien», explicaba tras completar el primero de sus dos desafíos en Fisterra, la carrera de 3 K. Tras unas palabras se cambió de ropa y se dirigió a la línea de salida del 10 K mientras varios aficionados no daban crédito a lo que veían. Los más allegados al circuito, en cambio, sí están más acostumbrados, pues es bastante habitual verlo hacer el avión en cada meta. «Es un viaje largo, pero lo hago encantado porque es un privilegio venir aquí. Fisterra es maravilloso, incluso con lluvia», señala con la emoción de un principiante.

Este año, sin ir más lejos, también participó en Dumbría y en Zas, además de en las pedestres de Corme, Carballo y Dombate, donde también completó los dos recorridos. «No puedo decir cuál es mi favorita porque todas me encantan. Cuando estoy en una pienso que es esa, pero luego vas a las otras y cada una tiene algo especial», admite sobre los eventos celebrados en la Costa da Morte, aunque rara vez los aprovecha para hacer algo de turismo: «Si se me hace tarde, igual me quedo a comer, pero sino me voy para prepararme para la siguiente».

Más de 60 carreras en verano

El lector podría imaginarse que, con su edad, la recuperación es lenta y la preparación, costosa. Pero nada más lejos de la realidad. Más que nada porque Jesús no da tiempo a que su cuerpo se fatigue. Este verano participó en 61 carreras entre A Coruña, Pontevedra, León, Alicante, Murcia, Castellón o Valencia. Y es que no para ni en sus meses de vacaciones. «Cuando tengo muchas carreras juntas, prefiero descansar que entrenar. Sino, hago una preparación suave, que yo todo esto lo hago con mucha cabeza», advierte. Su entusiasmo ha animado a un joven ferrolano con el que no tiene ningún lazo familiar: Es un chaval y ya anda por las 500 carreras. «Ni bebe, ni fuma y es un campeón, estoy muy orgulloso», dice.

Tal pasión por el atletismo le ha llevado a mantener un detallado registro de su rendimiento. En sus redes sociales refleja cómo le va en cada prueba y ofrece un enlace para consultar una lista con todas las citas en las que ha participado en su vida, con la fecha, las distancias y la posición lograda. Corrió las tres primeras ediciones de la Media Maratón de A Coruña, en donde también compitió en la última San Silvestre, además de hacerlo unas horas después en la de Lugo. Acaba de cumplir los 76 y lleva casi 10.000 kilómetros en lo que va del 2023. El 28 de octubre, en Mugardos, si todo va según lo previsto, alcanzará las 2.500 líneas de meta. Y lo hará, seguro, con una sonrisa.