Detectan un incremento de patologías digestivas, cada vez más también en los jóvenes

Melissa Rodríguez
Melissa Rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

Especial salud | «Cada se vez come peor», aseguran nutricionistas de la Costa da Morte. El abuso de los productos procesados y el estrés son algunas de las causas

02 mar 2024 . Actualizado a las 23:29 h.

El mensaje es claro: «Cada se vez come peor». Lo pronuncia la nutricionista Silvia Gómez, con consulta en Carballo. También desde la capital de Bergantiños, la profesional Tania Mesejo habla de carencias nutricionales en las dietas comunes. «Malos hábitos», dice el asimismo experto carballés Eloy Calvo, que se consolidan en el tiempo. Pero hay un trasfondo en la cuestión que la agrava más todavía: el mal estado emocional. Los especialistas se refieren, así, al estrés y a la ansiedad. «Vivimos na cultura da inmediatez», comenta Mesejo, con el abuso de los productos procesados que ello conlleva. Especial foco pone Calvo sobre las pantallas. Y todo pasa factura. ¿Cómo? Con el incremento de las patologías digestivas.

La gastritis, la infección por la bacteria Helicobacter pylori, las intolerancias a la lactosa o al gluten, la diarrea o el estreñimiento, la inflamación del intestino o la acidez son solo algunas de las que mencionan estos especialistas. En muchos de los casos, son «silenciosas», esto es: la persona que sufre las consecuencias no sabe que tiene un problema o de dónde parte, explica Eloy, como, por ejemplo, puede ser el hecho de no descansar bien, también relacionado con una mala alimentación. Y cada vez, alerta, se detectan más entre los jóvenes, cuando son afecciones que deberían de aparecer con una edad mayor, indica.

Todos coinciden en señalar que, actualmente, la inmensa mayoría de enfermedades digestivas vienen por «o alto ritmo de vida que levamos», lo que afecta al sistema nervioso, endocrino e inmunitario. «Non somos conscientes», resalta el nutricionista. El abuso de protectores estomacales o de antiinflamatorios tampoco ayuda, apunta Gómez. Y hay que prestar atención al lavado de las verduras y las frutas.

¿Sabía que el estrés dispara el cortisol «polas nubes» y no deja que el cuerpo elimine la grasa? Lo cuenta Silvia. Así, pues, la solución pasa por cuidar la alimentación, el físico y lo emocional. Esa es la pócima del éxito. En este sentido, Eloy ofrece un centro multidisciplinar, con entrenamiento funcional y coach emocional, que le permite reforzar los tratamientos nutricionales para que sean más adaptados, completos y, como tal, eficaces, comenta. «Nunca se pode deixar de lado ningún dos tres aspectos», insiste Gómez. «Hai que poñer o foco na saúde en xeral», añade Tania.

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Pero la teoría hay que llevarla a la práctica. ¿Cómo? De un modo equilibrado y personalizado, y siempre de la mano de los profesionales. Hay que olvidarse de las dietas estrictas, así como de fórmulas especiales. La clave está en los alimentos frescos, de temporada y de proximidad, explican los expertos.

Calidad frente a cantidad, y otros consejos dietéticos

Para los papás, una recomendación muy básica pasa por «ser exemplo», dice Mesejo. «Non se pode dicir aos nenos que hai que tomar verduras se nós mesmos non as comemos. E hai que ofrecerllas de forma apetecible e sendo flexibles», añade. Crear adherencia es otra de las claves. No pensar a corto plazo.

El horario laboral

Los trabajos son otro aspecto a tener en cuenta, matiza Silvia. Se debe prestar atención a detalles como el tiempo que se permanece sentado. Y adaptar, asimismo, la cocina al horario disponible. No hay cabida para las excusas. «A verdura fresca é ideal, pero outra opción pode ser conxelada ou en conserva. Ollo, non procesada». Primera de las claves. Anoten, también, el método del plato de Harvard: «Metade de verdura e froita, un cuarto de proteínas, vexetais ou animais, e outro, de hidratos de carbono, a poder ser, en versións integrais». Así, ha de prevalecer siempre la calidad frente a la cantidad.

El nutricionista en los pacientes oncológicos con tratamientos agresivos es importante. También para las embarazadas, que tienen ciertos límites a la hora de ingerir alimentos.