Fundación Juana de Vega y Fundación Eduardo Pondal promovieron una concurrida jornada en Ponteceso
04 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Dando continuidad a lo abordado en un foro anterior, Fundación Juana de Vega y Fundación Eduardo Pondal avanzaron ayer con la jornada O rexurdir das aldeas en el debate de cara a repensar estos núcleos rurales como espacios de vida y trabajo, pero, eso sí, adaptados a la realidad y necesidades del siglo XXI. Se trata de buscar nuevas funcionalidades y modelos, no para recuperar lo que existía, sino para revitalizar esas aldeas, se dijo, desde una perspectiva contemporánea. Para muestra, el enfoque de la estrategia europea Smart Village, que busca potenciarlas a través de la implementación de tecnologías inteligentes y enfoques colaborativos con el fin de crear comunidades capaces de afrontar los retos del futuro.
Ideas, experiencias y buenas prácticas se intercambiaron ayer en O Couto, Ponteceso, en un encuentro que, pese a celebrarse en jornada laboral, atrajo a setenta personas de variadas edades, perfiles profesionales, académicos y vitales. Un público participativo que expuso tanto las desventajas y trabas de vivir en el medio rural, como las oportunidades y gratificaciones que este les aporta.
La iniciativa fue fruto de la colaboración conjunta entre las dos fundaciones, que comparten preocupaciones y oportunidades sobre estos entornos. Siete fueron los invitados, con sus relatos y una mesa redonda. Entre ellos, Juan Carlos Pérez, fundador de la plataforma TIC Aldealista, conocida como el Tinder de las aldeas, que nació en la ourensana Castiñeiro, de Río. Otro de los participantes fue Diego Quiñoy, investigador del Centro Tecnolóxico Energy Lab, que colabora en el proyecto europeo Adealix, para la puesta en marcha de comunidades energéticas rurales de aprovechamiento de la biomasa.
Intervinieron como representantes de Juana de Vega, Beatriz Suárez, y Xosé María Varela, por parte de Eduardo Pondal.