Se hace pasar por una empresa, entra en casa de una pensionista y le roba 700 euros en A Laracha

m. r. s. CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

Marcos Miguez

Dos personas cometieron el delito y fueron identificadas

28 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Sucedió en A Laracha. Dos personas entraron en casa de una pensionista y le robaron el subsidio de 700 euros haciéndose pasar por trabajadores de una empresa de suministros. Utilizaron un coche para ello. Una de ellas ya fue declarada autora del hurto en su día. La otra fue condenada en una sentencia del Juzgado de lo Penal, número 5, de A Coruña, del pasado mes de febrero, a doce meses y un día de prisión por los mismos hechos, entre otras responsabilidades. Y es que tenía, además, el agravante de reincidencia.

El condenado interpuso en marzo recurso de apelación (procedimiento abreviado), ante la Audiencia Provincial de A Coruña, pero los magistrados lo desestimaron al considerar que incluso no disponiendo de prueba directa acreditativa del apoderamiento, las «circunstancias indiciarias adquirían en su interpretación conjunta una conclusión que, en ausencia, además, de hipótesis alternativa, se erigía como la única plausible». Contra la resolución cabía interponer recurso de casación.

El recurrente invocó el principio de presunción de inocencia, infringido —según él—, y sostuvo que la prueba practicada en el juicio ofrecía un resultado insuficiente para justificar su condena. Resaltaba, así, que no había sido identificado por la Guardia Civil en el lugar de los hechos o que no había prueba directa del apoderamiento cometido, además de que la que sería la perjudicada no pudo intervenir en el juicio dado su previo fallecimiento.

El nuevo fallo recoge que desde el inicio se describió y reprochó la acción concertada de dos individuos en base a la declaración en calidad de testigo de la hermana y a su vez vecina de la víctima: «Circunstancias fácticas, advertidas, ahora sí, directamente por ella», se puede leer en el escrito. Según este testimonio, vio llegar a dos desconocidos en un vehículo hasta el domicilio de su familiar y, nada más abandonarlo, fue su propia hermana la que le alertó de que le acaban de robar la pensión. En el acto del juicio, además, identificó al después apelante como uno de los autores. Y en el registro realizado en la vivienda del acusado se detectó una tarjeta de identificación expedida a su nombre por una empresa de suministros, y un vehículo del modelo como el que señaló la testigo. Evidencias incriminatorias a las que el primer interesado omitió ofrecer «cualquier explicación».