Paso adelante para convertir la vieja lonja de Camariñas en un museo de naufragios y aulas

Hace tiempo que el Concello de Camariñas quiere arreglar la vieja lonja, situada en medio del puerto, y en muy mal estado, desde el tejado a las paredes o el interior. Cuando eso se consiga, pretende habilitar en su interior un museo de los naufragios, además de aulas de formación náutica y cafetería.

Todo este proceso va lento, y empezó hace unos dos años, como recordó la alcaldesa, Sandra Insua, pero ayer se dio un paso adelante con la publicación en el DOG del anuncio de la concesión administrativa por parte de Portos, que es el titular el inmueble, al Concello. Sería por 4.407 euros al año (más IVA) durante 25 años.

El museo tendría que ejecutarse con fondos del GALP, total o parcialmente, pero antes el gobierno local quiere tener listo ese edificio, que alojó en su momento a la cofradía de pescadores o la fábrica de hielo, y siempre «mejorando la integración y la funcionalidad del edificio en desusos», como se puede leer en el proyecto, redactado por el arquitecto Víctor Hermo Sánchez, que puede consultarse en la web de Portos desde ayer por la tarde.

Como denominación unitaria recibe el nombre del Museo do Mar en Camariñas, aunque esté pensado para más actividades. En el DOG de ayer, sin embargo, se cita como Museo dos Naufraxios.

En el diseño de la reordenación de espacios, se tiene en cuenta el acceso por la zona norte, para protegerse del viento, y «sacando el máximo partido a las vistas» en las dos plantas del inmueble, con forma de U. La planta baja ocupa algo más de 634 metros cuadrados, y la alta, donde había oficinas, no llega a los 60.

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