La pérdida de uno de los atractivos turísticos del municipio, y de toda la Costa da Morte, puede suponer una merma de la actividad en algunos negocios. La Autoridad Portuaria, por su lado, se ha mostrado abierta a renovar la autorización de uso del faro, pero necesita de una solicitud previa
28 ene 2022 . Actualizado a las 08:03 h.«Vilán é un icono e a xente que vén velo, se non pode, igual vai a outro sitio». Reinaldo Tajes, de la cafetería Oasis es uno de los hosteleros preocupados porque la Autoridad Portuaria no renovara la gestión del inmueble con la asociación de empresarios que se ha ocupado de mantenerlo abierto desde hace más de diez años. A Maika Campos, de O Cubeiro, tampoco le parece bien el cierre, sobre todo porque reconoce el faro como «un reclamo turístico para Camariñas». Tampoco Eva Canosa, del Bodegón O Percebe, entiende que no vaya a reabrir en primavera porque considera que es un aliciente más para todos los que se desplazan hasta Vilán. Los servicios que daba a los visitantes son fundamentales, explica Reinaldo Tajes, quien recuerda la inversión realizada por la entidad empresarial como la depuradora para poder abrir los aseos.
Nadie niega la importancia del enclave y de todo lo que lo rodea, pero algunos consideran que ya se perdió su principal atractivo cuando cortaron el acceso rodado unos metros más abajo. Es lo que cree Sara López, de la Taberna O Bico, y también Begoña Castro, del Praia de Cansorro.
No hay unanimidad entre los hosteleros, pero son más los que consideran que el faro es un valor para todo el municipio y que con la organización de actividades se consigue darle más visibilidad, además de hacer más atractivo el recorrido hasta Vilán. De hecho, hace ya un tiempo que cerró la cafetería, pero algunos continúan considerando que se trata de una especie de competencia desleal. Es lo que defiende José Ramón Álvarez, que está al frente de O meu lar. Reconoce que la asociación ha tenido muchos gastos, pero entiende que el hecho de que el faro esté cerrado o abierto no modificará el funcionamiento de los negocios del pueblo. Considera que estaba muy bien que hubiera exposiciones e incluso comprende lo de la máquina de bebidas para dar servicio a los visitantes, pero considera que un bar en ese enclave no es lo mejor para los demás hosteleros.
Por su parte, Mauro Aufiero, portavoz municipal del PP y empresario de hostelería, piensa que, «se a asociación de empresarios non recibe axudas, non pode seguir co custe de manter o faro aberto. É practicamente imposible». El edil cree que es la Administración la que tiene que echar una mano, pero es consciente de la situación económica. Aun así, «é unha prioridade que o faro siga aberto», asegura. Reclama del gobierno local de Camariñas que se implique más en el mantenimiento de la instalación. Recuerda que la asociación de empresarios es una entidad sin ánimo de lucro y considera que hay que colaborar económicamente con ella como se hace con otras. Ese es el papel que debería jugar el Concello, en su opinión, porque sería la fórmula más fácil para mantener la gestión. No tiene noticias de que desde las arcas municipales saliera ningún tipo de ayuda directa para la entidad.
En su faceta de empresario de hostelería, el concejal cree que «todo o que haxa para visitar é bo, todo suma e se empezamos a pechar cousas imos ter menos visitantes», lo que en un emplazamiento eminentemente turístico como Camariñas puede suponer una mala noticia para los negocios que viven en gran parte de las personas que vienen de fuera para pasar su tiempo de ocio en la localidad.
La Autoridad Portuaria, abierta a renovar la autorización de uso del faro, pero necesita de una solicitud previa
Va a ser complicado, ahora que se han retirado todos los enseres y muebles, pero la Autoridad Portuaria está «completamente» abierta a renovar la autorización de uso de las instalaciones del faro. «Pero lógicamente es necesario que exista una solicitud por parte de la asociación de empresarios, porque en años anteriores la entidad presentó la solicitud y se tramitó sin problemas», destacaron ayer desde el ente gestor de los faros. Además, explicaron que cada año gestionan «decenas de renovaciones de concesiones y autorizaciones de uso», un procedimiento que se realiza sin problemas, apuntan.
Pero en este caso confluyen más circunstancias. Desde la entidad empresarial admiten que por su parte pudo haber un descuido «por confianza», previendo que se ampliaría el permiso sin más, al no haber ninguna alternativa, y sobre todo al recibir el comunicado de extinción y solicitud de entrega de llaves, que fue lo que llevó a los actuales gestores a retirar todas sus pertenencias durante varios días, que no son pocas. Queda una máquina de bebidas, propiedad de una empresa, que se llevará seguramente el lunes.
Pero esas otras circunstancias son más complejas. La presidenta de la asociación de empresarios se muestra muy decepcionada por la falta de apoyos. Sin dinero es muy complejo, o imposible, mantener los gastos a los que obliga este emblemático lugar y unos de los principales puntos de información turística de la Costa da Morte. Y ese dinero llega de la Diputación, de una línea de ayudas aún no concedidas, pensada justamente para puntos informativos en lugares emblemáticos, pero tardarán aún algunos meses. Como los empresarios ya no tendrán entonces el local (si no hay vuelta atrás) tampoco podrían aspirar a ellas. Incluso en el hipotético caso de retornar, deberían contratar los servicios de profesionales para montarlo todo. «Non hai nin voluntarios para axudar, cando noutros casos os voluntarios sempre aparecen», se queja. Lamenta la deriva comarcal que parece ir en contra del trabajo del asociacionismo, cada vez al frente de menos lugares de relevancia y más asfixiados económicamente. Pagar trabajadores, actividades y un local sin esas ayudas (que en algún caso se redujeron de un año a seis meses) no se puede hacer, indica Campos, y a pesar de todos llevan años haciéndolo, y con éxito. Agradece el apoyo de la Diputación, los socios y Agader.
La falta de uso y de mantenimiento pone en peligro elementos históricos en la zona
Uno de los principales atractivos turísticos de la Costa da Morte en los últimos años es el Camiño dos Faros. Sin embargo, el aprovechamiento e incluso el mantenimiento de las señales marítimas, que forman parte de la historia de la zona, peca de algunas carencias.
Uno de los que más problemas presenta es el de las Illas Sisargas, sobre todo la sirena, un elemento que se utilizaba en las noches de niebla para que los pilotos de los barcos tuvieran una referencia sonora ante la reducción de la lumínica. Para rescatar la «vaca» de Fisterra hubo incluso una recogida de firmas y una manifestación, pero la de las islas malpicanas se deteriora día a día sin que se lleven a cabo acciones para protegerla. Y lleva así años. Además, la explotación turística de la instalación ni siquiera se ha planteado y eso que se sabe a ciencia cierta que miles de personas acudían a visitar las Sisargas.
El Semáforo de Fisterra es uno de las pocas instalaciones aprovechadas, con mucho éxito los fines de semana, los festivos y en el verano y también ahora la señal de Lariño, en la vecina Carnota, en ambos casos por el mismo empresario. No fue sin tiempo y contratiempos, pero la tenacidad dio resultado. El faro de Fisterra es otro que tiene pendiente su reapertura. Lleva más de cinco años cerrado y eso que también contaban los visitantes por millares. No parece que se vaya a revertir la situación, al menos en un corto espacio de tiempo, pero este mismo mes hubo una reunión entre Autoridad Portuaria, Concello y Deputación para acercar posturas en lo referido a la cesión del inmueble al consistorio. Así, estaría un paso más cerca de reabrir como un centro de recepción de visitantes.