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La lluvia de aerolitos llega a Carballo

Á. P. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

El aerolito carballés fue llevado a la plaza
El aerolito carballés fue llevado a la plaza . manu negreira< / span>

La Costa da Morte no escapó a este fenómeno, sucedido en enero del año 2000

26 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El año 2000 comenzó con la gente mirando hacia el cielo. El recuerdo aún fresco de la anunciada hecatombe del efecto 2000 -que finalmente se quedó en un gasto millonario en ordenadores y alguna anécdota- no tardó en dar paso a un nuevo motivo de preocupación, llegado esta vez desde las alturas y en forma de aerolitos. Bloques de hielo -en algunos casos de hasta 5 kilos- se precipitaron sobre diversos puntos de la península e, incluso, otros países.

La Costa da Morte no escapó al fenómeno y el 25 de enero uno de esos aerolitos cayó en Carballo. El suceso tuvo lugar cerca del colegio de A Cristina, según relató entonces Ramón Eirín, un vecino que paseaba a su perro y que se vio sobresaltado por un ruido. Al girarse vio que se trataba de «un chisme de esos» y avisó a la Policía Local, que recogió la masa helada, de 3 kilos y trescientos gramos, y la llevó a la plaza de abastos, donde fue depositada en un contenedor.

La lluvia de objetos movilizó a la comunidad científica, pero los investigadores no fueron capaces de alcanzar un consenso e incluso hubo momentos de tensión. El Centro Superior de Investigaciones Científicas afirmó que los aerolitos se habían producido por un raro fenómeno meteorológico ocurrido en la estratosfera, pero desde el Instituto Nacional de Meteorología replicaron que los pobres niveles de vapor de agua en esa capa refutaban la hipótesis. Un grupo de físicos apoyó esta segunda postura planteando y achacó el suceso a alguna broma que se extendió sin control.

Este podría ser el caso del bloque recogido en Carballo, puesto que al comenzar a descongelarse, el trozo de hielo recogido en A Cristina dejó ver restos de una bolsa de plástico en su interior. El CSIC acotó el número de sucesos a los que dio credibilidad, pero su hipótesis inicial fue confirmada por otras investigaciones posteriores e incluso propició la aparición de un nuevo término para denominar estos objetos. megacriometeoro.