«La operación Orquesta fue contra Ramón Vigo, el resto eran comparsas»

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CEE

ANA GARCIA

ENTREVISTA | El principal acusado del caso más sonado de la historia reciente de la Costa da Morte valora la sentencia que lo absuelve

14 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ramón Ramiro Vigo Sambade (A Ameixenda, Cee, 1964) fue puesto desde el 2011 como el paradigma de la corrupción política en la Costa da Morte, como principal acusado de la operación Orquesta. La Audiencia Provincial acaba de absolverlo.

-¿Cómo valora la sentencia?

-Es muy llamativo, para el que tenga un mínimo de conocimientos jurídicos y para el que no, que tres magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial dejen en evidencia la ejecutoria de un juez instructor. Estuvo escuchándonos de forma ilegal muchos meses vulnerando principios constitucionales básicos.

-¿Cómo les afectó este caso a nivel personal?

-A las familias les afectó a todas, porque es algo que ni te imaginas. Mi madre, por ejemplo, falleció en el 2016 y estos días me acordé mucho de ella, porque no pudo llegar a ver esta resolución. En cualquier caso, yo cogí el toro por los cuernos desde el principio y, prudente siempre, hice manifestaciones. Compañeros políticos, y otros no políticos, lo pasaron verdaderamente mal psíquicamente. Es algo que no se lo deseas a nadie, porque se hizo un mal innecesario. Se llenaron páginas de periódicos y horas de radio con cosas que se planteaban que eran imposibles. Recuerdo que, a principio, se hablaba de un delito fiscal cuando se trata de defraudar 120.000 euros en un mismo ejercicio, con unas fiestas que costaban entonces 160.000 o 180.000 euros. Era algo kafkiano, pero nadie se cuestionó nada. Es que aquí nunca hubo una investigación policial. Hubo unas escuchas y un álbum de fotos, de una famosa comida en Sardiñeiro, en la que yo no estaba, pero como si estuviese, da igual; en el que salen personas que nada tienen que ver con el asunto, que estaban allí como un cliente más. Fue policía ficción que dio base a unas activaciones judiciales. No es que ahora se anulen unas escuchas, es que no se puede escuchar a la gente así a la ligera.

-¿Reconoce errores o se arrepiente de algo de lo que hizo? ¿Lo haría hoy de otra manera?

-Es que en mi caso todo estuvo relacionado con unas fiestas cuya gestión yo no varié. Tuve dos alcaldes por delante, cuando yo no gestionaba las fiestas pero sabía como se hacía. Había un petitorio popular, la comisión gestionaba la feria que es un espacio público y los contratos los firmaba siempre el alcalde con dinero, en buena medida de esa comisión. Puede que no sea la fórmula más correcta, pero la propia Fiscalía en su escrito de acusación dice que no queda demostrado que yo me quedase con dinero. Por eso que, si es algo beneficioso para la comunidad, por solo una cuestión de procedimiento, claro que lo volvería a hacer, no así exactamente porque hoy el procedimiento ha cambiado algo. Lo que está claro es que para pedir documentación en el Concello de Cee no hacen falta 100 policías. Buscaban abrir telediarios con esas imágenes y lo consiguieron. Mi coche fue registrado delante de las cámaras de Antena 3. Eso pasó y nadie se cuestionó nada. Por eso los magistrados ponían cara de póker al oír los argumentos de las defensas.

-¿Cree que le perjudicó políticamente?

-Nunca lo sabré. Tengo una encuesta, que en su día mostraré, de uno de los dos grandes partidos -las tenían los dos- que me daba una holgada mayoría absoluta en las elecciones del 2011, que la tuve en votos pero no en concejales, porque con 1.900 votos conseguí cinco, los mismos que con 1.400 cuatro años después. El hecho de que ganase con el segundo mejor resultado de la historia, después de la mayoría absoluta de Antonio Domínguez, lo solapó todo, pero parece claro que favorecer no favoreció. Funcionó el calumnia que algo queda, porque Cee tiene mucho asentamiento de población de otros sitios y el grado de conocimiento personal es menor. Mucha gente no te conoce tanto directamente para saber si este es una persona honrada o como es.

-¿Sigue defendiendo que el caso tuvo una intencionalidad política?

-Lo tengo clarísimo y siempre lo dije. Esto no fue la operación Orquesta, fue una operación orquestada contra Ramón Vigo, en la que los demás iban de comparsas. Había gente que tenía mucha ansiedad por eliminarme de la vida política, por apartarme de la alcaldía más bien, y se ha demostrado que no era tan difícil, ya me apartaron las elecciones. Lo que pasa es que como utilizaron la técnica del palangreo, en el palangre entró de todo: alcaldes del PP y uno socialista, que lo dejaron hasta pasar las elecciones y que, curiosamente, junto conmigo fue el único absuelto en un juicio. Aún hoy, medios de tercer y cuarto nivel hacen chascarrillos con una historia francamente dolosa. Se puso a gente en tela de juicio una cantidad exagerada de años, con el sumario para arriba y para abajo. Cuando aún estaba bajo secreto, en una emisora de radio se hacían parodias con las conversaciones. No es que tuviéramos que denunciarlo nosotros, es que la Administración lo sabía y no hizo nada.

-¿Cambia su futuro político esta sentencia?

-No, mi futuro político no depende en absoluto de esta sentencia. Dije que iba a seguir y voy a seguir. Pertenezco a una formación independiente, que no obedece, por tanto, a directrices de partidos que toman decisiones en caliente y cometen auténticas barbaridades, como en Santiago, donde dimitieron nueve concejales y salieron todos absueltos. Lo que sí, si tenía algún tipo de proyección más allá de la política local, la operación Orquesta la cercenó, porque eran tiempos de casos muy llamativos en los que se nos metió a todos en el mismo saco. Afectó también la Costa da Morte. Se dio la imagen de que en este rincón éramos todos una pandilla de corruptos. Eso no importó y se intentó mantener el tiempo que se pudo. Incluso cuando hubo cambio de Gobierno, Feijoo dijo en el Parlamento que era un tema politizado, pero no hubo cambios. Siguió interesando porque yo era un objetivo para los dos lados.