Miles de personas visitaron Coristanco durante la jornada de ayer
21 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La Festa da Pataca de Coristanco, que ayer celebró su 35ª edición, tuvo unas cifras «de récord», en cuanto a afluencia, según fuentes municipales, que estimaron entre 15.000 y 20.000 el número de personas que pasaron por el pueblo durante la jornada de ayer. El buen tiempo, que incluso obligó a muchos a buscar un rincón de sombra en las horas centrales del día, animó la celebración, que mantuvo su esencia con los ya célebres concursos, la exhibición de doma hípica y los juegos para los más pequeños.
Aunque los organizadores habían insistido en que esta edición iba a ser innovadora, lo cierto es que el día grande poco cambió respecto a años anteriores. La jornada comenzó con los concursos gastronómicos y el desfile de tractores engalanados, que este año tuvo «máis calidade e menos cantidade», según los organizadores, que destacaron el minucioso trabajo de los participantes. También se puso en marcha a primera hora la muestra agroalimentaria, en la que participaron productores de la zona. Se instaló en una carpa al lado del edificio del Concello, y recibió un continuo goteo de visitantes hasta media tarde.
A continuación, el teatro de calle y los títeres hicieron disfrutar a los más pequeños. A mediodía fue el turno de Evaristo Domínguez Rial, pregonero de la celebración, que hizo un extenso y estudiado recorrido por la historia, las variedades, recetas, refranes y curiosidades sobre el tubérculo, como la que relaciona el tamaño de las iglesias con el aumento de población que provocó la introducción de la patata en Europa. La mañana se cerró con la demostración del televisivo Benigno Campos, que atrajo a numerosos seguidores a la rúa do Muíño.
Por la tarde, los juegos de baile, recogida y tiro de cuerda pusieron la nota de humor a la fiesta. Tras una nueva obra infantil de teatro, la música del grupo Birimbao cerró los actos.
En total, fueron más de cien las personas (voluntarios de Protección Civil, Policía Local y organización) que velaron porque todo se desarrollase a la perfección. Solo hubo que lamentar algún pequeño percance, como una caída de una asistente a la fiesta, pero sin consecuencias graves.