Especial Fitur | Se come, se respira, se admira, se camina, se contempla: Coristanco es un regalo para los sentidos
25 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Se come, se respira, se admira, se camina, se contempla: Coristanco es un regalo para los sentidos. Un destino que vela por su pasado, su historia, sus tradiciones y sus raíces, pero sin descuidar el progreso y la explotación de sus recursos. Eso sí, con la sostenibilidad por bandera y respetando «el equilibrio ecológico», explican desde el consistorio.
Al pequeño paraíso de Verdes, el refugio arbolado con los pies surcados por el Anllóns y sus molinos, bien conocido por quienes buscan una experiencia de conexión plena con la naturaleza, se suman nuevas propuestas como los caminos de peregrinación de la Vía Céltica: el itinerario que lleva a Compostela desde diversos puertos de la Costa da Morte y Bergantiños. Patrimonio etnográfico y civil y paisajes privilegiados aguardan a los caminantes en su recorrido por puntos como Vilaverde, Cereo, Verdes o Agualada.
Otra posibilidad para conocer a pie el municipio al que apodan el Verxel de Bergantiños es la ruta por los Penedos de Penavia, ubicados en la parroquia de Seavia. Formaciones rocosas esculpidas por el viento y el agua y vistas panorámicas al corazón de Bergantiños es lo que esconde este monte.
Y si Coristanco es bonito durante el día, por la noche el cosmos cobra vida propia en lugares como la Lagoa de Fontecova, en la parroquia de Cuns. Una balsa de agua heredada de una antigua explotación de caolín que es ahora uno de los mejores lugares de la Costa da Morte para contemplar el cielo nocturno, dada la baja contaminación lumínica que hay en el lugar. Al formar parte del geodestino Costa da Morte, el ayuntamiento también cuenta con el distintivo Starlight y en los últimos tiempos ha venido apostando por el astroturismo.
Otro sentido que encontrará la visita a Coristanco la mar de placentera es el del gusto, ya que es la patata, ese tubérculo tan presente en la gastronomía europea, otro de los grandes tesoros de esta tierra. Cada tercer fin de semana de septiembre, la localidad viste sus mejores galas para sumirse en una Festa da Pataca que lleva celebrándose desde el 1980 y que en 2022 fue declarada de Interese Turístico Galego. Exposiciones, concursos, juegos populares, desfiles de tractores engalanados, actuaciones y, por supuesto, degustaciones de patata cocinada de diversas formas son algunas de las actividades de las que suele integrarse la programación, que es variada e intensa durante las dos jornadas que dura la celebración.
Una de las propuestas de mayor aceptación suelen ser las visitas a la increíble colección de botellas de gaseosa que atesora Juan Carlos Villar Angeriz en la parte baja de su casa. Un auténtico museo del gas carbónico que abrió al público hace un par de ediciones y que generó gran interés, pues son nada más y nada menos que unos 1.200 ejemplares, de 34 fábricas diferentes, los que ha logrado reunir. Una representación, y en cierto modo un homenaje a una actividad industrial que en otra época logró llegar a cada rincón de Galicia. Es Coristanco, en definitiva, «un lugar lleno de historia, cultura y raíces profundas». Que cautiva por su gastronomía y por sus calles llenas de tradición, donde las costumbres se mantienen vivas «a través del tiempo y el espíritu de comunidad sigue siendo la seña de identidad», concluye el consistorio.