Aunque preocupados por las restricciones, muchos llegan con la pauta completa. Máxima ocupación en los últimos días
24 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En apenas unas semanas la presencia de peregrinos en Fisterra se ha multiplicado exponencialmente. Si a principios de mes los responsables de los albergues se quejaban porque no había «case ninguén», a día de hoy hacen números para atender toda la demanda que reciben.
Para las habitaciones de alojamiento compartido tienen un máximo de aforo del 30 % que solo puede excederse en caso de grupos burbuja o de convivencia estable debidamente acreditados. «Co que temos, estamos traballando bastante ben. Nada que ver co inicio do verán, que estaba a cousa demasiado tranquila», indican desde el albergue Cabo da Vila de Fisterra, una visión que coincide con la aportada desde el Arasolis: «Levamos dez ou doce días de chegada masiva. Non nos niveis previos á pandemia, pero esta semana xa tivemos que dicirlles que non a catro ou cinco peregrinos por falta de espazo», resaltan.
La afluencia es tal, que llegó a correrse el rumor de que desde el Concello estarían abriendo el pabellón polideportivo para acoger a esos caminantes que se quedaban sin espacio. Algo «rotundamente falso», según indicaron desde el consistorio, que añadieron que esas instalaciones, además, no están preparadas «para a pernocta».
Gran afluencia y buenas cifras de ocupación pero, ¿cómo se las arreglarán esos peregrinos para comer? Desde esta madrugada Fisterra está en nivel alto de restricciones y para acceder al interior de la hostelería será necesaria una PCR negativa, haber pasado el virus o estar vacunado. Pues lo cierto es que, aunque la preocupación es palpable y hay cierta confusión entre los caminantes que llegan a destino, «unha ampla maioría veñen xa vacinados, tanto nacionais como internacionais, o cal lles facilita bastante as cousas». Así lo explican desde el albergue municipal fisterrán, y también desde la oficina de turismo: «Dende que se anunciou que Fisterra subiría a nivel alto veñen preguntando moito ao respecto, pero é certo que a maioría ten xa a pauta completa e, para os que non, teñen a opción de recibir o servizo en exterior. Non é o mesmo, pero non lles vai faltar», dicen.
Dos datos certifican el notable aumento de la afluencia: si en junio se expidieron 729 fisterranas, a falta de una semana para que finalice el mes, en julio ya se han entregado 1.472. «Nótanse máis grupiños, que o ano pasado non había, e tamén que empezan a vir peregrinos de fóra. Poucos aínda, sobre todo polas restricións que despois teñen nos seus países de orixe», añaden.
La prevención, fundamental en esta era covid, se manifiesta también en las preferencias de los viajeros, siendo las habitaciones privadas las primeras en completarse: «Aínda que, por sorte, segue habendo xente que se aloxa no sistema de liteiras tradicional», sostiene Pepe Formoso, responsable del Bela Muxía y del Bela Fisterra. Su mayor preocupación, confiesa, son los contagios, «porque é algo que non está na túa man».
Así hablan quienes viven el Camino
«Diluvió, salió el sol... Hubo de todo»
Rocío Arrán es una de las monitoras que ayer acompañaba a cerca de una treintena de chavales de un grupo scout de Madrid. Llevaban tiempo queriendo experimentar el Camino, pero la situación sanitaria les forzó a cambiar sus planes. Finalmente, optaron por hacer una etapa entre Corcubión y Fisterra para poder probar «un aperitivo» de esa experiencia: «Nos diluvió, salió el sol... Tuvimos momentos para todo y los chavales están encantados. Hasta vimos unas cabras llegando al faro. Como scouts, apreciamos mucho la naturaleza», expresó.
Una veintena larga de caminantes de entre 12 y 18 años se sumaron a la iniciativa, acompañados por varios monitores. En total, una comitiva de alrededor de treinta personas disfrutó ayer de la caminata y del paseo final por el fin del mundo. «Decidimos que este fuese nuestro campamento de verano, un campamento itinerante. Como hacer varias etapas lo veíamos complicado, al venir con niños, optamos por hacer una marcha tranquila desde Corcubión y fue estupendo».
«En realidad nunca estás sola haciendo el Camino»
Trinidad Macías, natural de Gran Canaria, llegó ayer a Fisterra acompañada por una chica de Barcelona, otra de Austria y una familia de Frankfurt. «Empiezas en solitario, pero en realidad nunca estás sola en el Camino», comenta esta sanitaria de 39 años. Era su tercera vez y en esta ocasión empezó en Santiago. «El que lo hace, repite. Por experiencia propia diré que nadie hace el Camino una sola vez», dice Trinidad. El anuncio de las nuevas restricciones la pilló en plena caminata: «Aunque tratas de desconectar, al final siempre te vas enterando de la actualidad».
Por el momento, asegura, está haciendo vida normal aunque sin relajarse en las medidas de prevención. Ella está vacunada desde hace tiempo por su condición de sanitaria, pero sabe de primera mano que eso no previene los contagios: «En el hospital en el que trabajo, psiquiátrico, están todos vacunados y ahora hay un brote tremendo. Con síntomas leves, eso sí. Menos mal que me pilló de vacaciones», confiesa. Sobre los aforos reducidos, asegura que trató de reservar con antelación para asegurarse plaza.