
La cocinera Eva Gundín Figueroa tomará las riendas del restaurante desde mañana
18 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Casa Mosqueira, en Pazos (Ponteceso), bajó la persiana el pasado 30 de octubre. Parecía un cierre definitivo. Atrás quedaban décadas de anécdotas e historias, de bodas, comuniones, bautizos y fiestas, de un servicio a una clientela fiel que adoraba las angulas, la merluza y la robaliza, en un local que regentaban Ernesto Moreira y Teresa Doldán, un matrimonio que hace un lustro había tomado el relevo de los padres de Ernesto, Manolo Moreira y Marisa Veiga.
Pero aquel adiós que parecía definitivo se convirtió en un hola de nuevo, ya que una cocinera de Casa Mosqueira, Eva Gundín Figueroa, acaba de incorporarse al siempre complicado e infravalorado mundo del autónomo, más ahora con la crisis económica y energética que asola al sector, al hacerse con las riendas del restaurante.
Vecina de Xornes y de 40 años de edad, tomará el relevo desde mañana, ya que Casa Mosqueira reabre sus puertas al público en lo que es la antesala de la campaña navideña.
Aquella clientela fiel de la que siempre hacía gala podrá volver a degustar aquella comida tradicional y exquisita que sirvió para situar a la parroquia pontecesana de Pazos en el mapa gastronómico de la Costa da Morte.
«O restaurante a min gustábame moito, ten un gran potencial e unha clientela de toda a vida e iso hai que valoralo. Ademais sempre se apostou por uns produtos de calidade, cociñados de forma tradicional», apuntó Eva Gundín Figueroa, quien pasó los últimos quince años entre fogones, cinco de ellos en Casa Mosqueira. Su filosofía es clara: si algo funciona, mejor no tocarlo. Se puede potenciar y mejorar, «pero sen perder a esencia».
En esta nueva aventura empresarial, y como si de una entrenadora de fútbol se tratase, Eva Gundín tiene claro su quinteto con el que deleitar los paladares más exquisitos: «Bacallao, lamprea, callos, tenreira asada e pinchos da casa de calidade».
Tres personas en nómina
Eva no estará sola en este periplo, sino que contará con el apoyo de otras tres personas: «Gústame traballar, creo que coñezo a hostalería bastante ben e é un bo momento para emprender». De hecho, señaló que lo tuvo claro desde el primer momento, cuando en octubre la anterior gerencia optó por el cierre: «Vin a oportunidade de coller o restaurante e non o dubidei. Os trámites son algo complicados, pero todo saíu ben. Agora toca traballar».
Eva Gundín ya avanzó que desde mañana se admiten reservas de comidas y cenas de empresas. Ella tiene claro que su lugar será la cocina, pero es consciente de que su presencia en el comedor será mayor para supervisar de que todo esté perfecto y los clientes salgan satisfechos de la experiencia. Y lo más importante, que apuesten por repetir.