En apenas dos meses se cumplirán diez años del segundo ascenso a segunda división A del CD Lugo. Como por arte de magia esta ciudad, esta provincia volverá de nuevo el reloj hacia atrás. Como si una máquina del tiempo nos devolviera a ese momento, a una década anterior y volviéramos a competir contra Pontevedra, Compostela, Avilés, Langreo… No sería una buena noticia, pero como casi todo en la vida, hay muchas maneras de contemplar e interpretar la realidad. Y esta realidad es lo mejor que podía suceder especialmente para los nostálgicos que echaban de menos en esta ciudad a esos equipos, entre los que me incluyo. Volver a competir contra los equipos que durante tantos años han sido nuestros adversarios deportivos, con los que compartimos tantos momentos, con los que estrechamos tantos lazos, todo eso y sin pasar por el purgatorio de un descenso, a mí se me antoja algo milagroso. Pues sí, los tendremos de nuevo aquí, ante nuestros ojos, reviviendo viejas rivalidades, vetustas contiendas sin perder el placer de seguir en lo más alto que han visto nuestros ojos. Felicidades a esos chavales, a los técnicos, a sus familias y seguidores porque han subido un peldaño y de paso nos hemos beneficiado todos.
Tarde compartida entre el Anxo Carro y el municipal de Pol. A la orilla del Miño comenzó mandón el equipo pepinero pero mediada la primera parte los rojiblancos se repusieron y fue el equipo reconocible que acostumbra. Férreo en defensa y llegador con energía en ataque. Se instaló en campo contrario e igualó el partido. El penalti errado no lo desanimó, fue el revulsivo necesario después de una salida dubitativa. La segunda parte similar al final de la primera. Un Lugo de menos a más ante un rival hecho para emociones fuertes y especialmente para vivir en puestos de ascenso.
En Pol se desató la locura. Crecimiento importante del club. Sin prisa pero sin pausa. Que este importante peldaño repercuta de forma serena pero firme en la confirmación de futbolistas. Se reduce la distancia con el primer equipo pero esto no quiere decir que se regalen minutos pero que tampoco se resten oportunidades. Mi deseo es que algún Castrín pueda ser el cuarto central, que algún Dani Vidal el cuarto medio y que algún David Rojo el cuarto punta. Desarrollo considerable de la entidad, necesidad de infraestructuras para gestionar este ascenso. Lujo para los futboleros, para los seguidores, para la afición. Disfrutar de un primer plato, al alcance de muy pocos y de un segundo, envidia de muchos. Es en Lugo, está pasando hoy y ahora. Qué bonito día se está quedando.