La USC secó purín en Bretoña para usarlo como abono experimental

CIENCIA

El material conseguido se empleó en regenerar una cantera y en nuevos análisis científicos Los resultados demuestran la viabilidad de su transformación en fertilizante

03 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El purín no sólo es una sustancia cuyo uso indiscriminado puede causar problemas de contaminación en el subsuelo sino que también tiene aplicaciones como abono. Así ha quedado comprobado en un estudio que llevó a cabo la Escola Politécnica de Lugo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) en colaboración con la cooperativa Gancobre, que tiene su sede en Bretoña. El trabajo comenzaba con en la recogida de pequeñas cantidades de purín en explotaciones de ganado vacuno y porcino de esa zona del municipio pastoricense. Una vez recogido, el purín se trasladaba a tanques de fermentación, en donde se mezclaba con toxo. El material resultante se llegó a utilizar como abono, aunque no a gran escala por las pequeñas cantidades manejadas en el experimento. Florentino Díaz, profesor del campus lucense de la USC que participó en la investigación, explicó ayer que cada balsa empleada tenía unos 300 litros de capacidad, si bien el material depositado reduce su volumen, con el tratamiento, aproximadamente en una tercera parte. Díaz recordó que en esta experiencia conjunta con la cooperativa Gancobre, que aportó sus laboratorios para análisis, se había paletizado el producto para poder usarlo en pequeñas porciones. El material resultante, dijo, es «inodoro y de fácil manejo». Las primeras aplicaciones ya se han ensayado también. Una parte del material se empleó en la regeneración de terrenos de una cantera de pizarra en la provincia, mientras que también se destinó alguna cantidad a nuevas investigaciones desarrolladas por personal de campus lucense. Díaz subrayó que la sustancia obtenida en esta investigación ayudaba a regenerar suelo en malas condiciones por sus condiciones orgánicas. Ese material le aporta nutrientes al suelo como abono de fondo, y su empleo, manifestó Díaz, puede ser indicado tanto en terrenos destinados a cultivos de huerta como en pastizales. La capacidad de dar nuevos usos al purín que sale de explotaciones agrarias está así demostrada, aunque la continuación del experimento dependerá de la obtención de fondos: de ese modo, dijo Díaz, se podría ampliar una investigación que en su primera fase fue una experiencia piloto. Un banco para compensar Por su parte, Arcadio López, gerente de Gancobre, apuntó ayer como una idea la creación de un banco de purín, que serviría para que el sobrante de algunas explotaciones pasase a otras y para evitar que un alto porcentaje de esta materia crease problemas de contaminación en el suelo. Así, afirmó, se evitaría la concentración que actualmente puede darse en algunas parcelas.