La voz desgarrada de Chavela Vargas cerrará Música con raíces

Ana Rodríguez A CORUÑA

A CORUÑA

Será el único concierto en Galicia de «la dama de los 45.000 litros de tequila» Las entradas, de 20 y 24 euros, se pueden adquirir en televenta y en Cuatro Caminos

25 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?u hermano le puso el apodo de la dama de los 45.000 litros de tequila. Ella lo aceptó. «Estábamos de viaje por Acapulco y a él se le dio por sacar la cuenta de lo que había tomado. Y lo cierto es que el número, aunque elevado, no me asustó. Todo tiene un para qué en la vida. y por algo habrá sido, y yo sé que por algo fue, pero me lo reservo», dijo sobre el calificativo Chavela Vargas, que el día 8 de julio cerrará el ciclo Música con raíces en el Coliseo. Lo hará, como siempre, como dijo Sabina, «con su ponche rojo, pelo de plata y carne morena». Y con ganas, a pesar de que, según ella misma confesó en más de una ocasión, desde el año 1985 piensa en la retirada. Pero no. Aún se siente con fuerzas. «No soportaría fallar una nota sobre un escenario. Quiero que me digan que La Vargas siempre gritó», dice cuando le preguntan cómo se lleva eso de seguir cantando años después de cumplir los 80. Y a gritos se desnudará sobre el escenario. Dicen sus admiradores que ahora lo hace mejor que nunca. Mejor incluso que cuando empezó, de la mano de José Alfredo Jiménez, a mediados de los 50. Mejor incluso que cuando alcanzó su mayor popularidad, en los años 60 y 70, y se convirtió en musa de poetas y cineastas. Fue precisamente ese éxito el que estuvo a punto de acabar con ella hasta que, víctima de un alcoholismo galopante, decidió retirarse de los escenarios y, tal y como ella reconoce sin tapujos, «casi de la vida misma». Así lo recuerda la cantante mexicana: «Yo estrenaba un coche el viernes y el lunes ya no tenía nada, me emborrachaba y me iba a cantar por las calles y llegaba tarde al show. Yo tomaba tequila, todo me lo tomé, por eso no quedó nada allá». Regreso del infierno Doce años literalmente hundida no pudieron con ella. «Salí de los infiernos, pero lo hice cantando», explica cuando le preguntan por su regreso a los escenarios, paradójicamente gracias al cine y de la mano de Pedro Almodóvar, que decidió hacer de Isabel Vargas Lizano una de sus chicas. Chavela Vargas sigue viva sobre el escenario. Y sobre el del Coliseo volverá a dar lo mejor de sí, con una voz por la que han desfilado los grandes compositores de México y América Latina siempre y cuando cumplieran un único requisito: expresar con calidad la zona más escarpada de los sentimientos. Y de eso, de sentimientos, sabe mucho Chavela Vargas. Sólo algunos -los más íntimos los mantuvo alejados de los curiosones - los contó en su libro Y si quieren saber de mi pasado , publicado por Editorial Aguilar y en donde la cantante dedica un capítulo íntegro a su amada Frida Kahlo, esposa de Diego Rivera, a la que define como «quien me enseñó a ser una mujer valiente».