
El bar Flotante conserva huesos procedentes de la factoría y el Acuario, un cañón Los dueños del local quieren crear una casa-museo para exhibir los restos óseos
24 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.?ubo una ballenera a cinco kilómetros de Cee, pero, por ahora, su memoria se conserva más en A Coruña que en la propia Costa da Morte. El bar Flotante, en la calle Gómez Zamalloa, y el Acuario cuentan con huesos y material de la factoría abierta en Caneliñas en los años 10 y cerrada en 1985. El hogar del pensionista de la Casa del Mar de Fisterra también cuenta con algunos restos óseos, se supone que procedentes de esa factoría. Resumen: A Coruña, 2; Costa de Morte, 1. «Mi bisabuelo vivía en la zona y se dedicaba a la talla de huesos. Algunos los hemos heredado sus nietos y están expuestos en el bar», explica Rodrigo Iglesias, copropietario del bar Flotante. El pasado lunes, los agentes del Seprona pidieron a los propietarios del local que acreditasen la procedencia de estos restos, con el objetivo de verificar que no proceden de cazas ilegales. «Unos nos vienen por herencia y otros los recogimos en playas de la Costa da Morte, donde estaban abandonados», reitera Rodrigo, que asegura estar recogiendo «toda la documentación posible para demostrar que son legales». Retirados Mientras tanto, han tenido que retirarlos de la exposición pública. El Seprona les ha permitido conservarlos (pero no a la vista) mientras continúe la investigación. Ayer, Alfredo López, presidente del Cenma (Coordenadora para o Estudio dos Mamíferos Mariños), negó que esta entidad hubiese permitido retirar restos de las playas a los dueños del bar Flotante, al contrario de lo que éstos habían declarado el lunes: «O Ceam non ten capacidade de autorizar nin de impedir a retirada de osos, o que corresponde a administración e as forzas de orde público». La intención de los dueños del Flotante es crear de forma inmediata una asociación cultural («seguramente se llamará Vertebrada») y, ya más a largo plazo, una casa-museo en la que se exhiban los restos de ballena y obras de arte de temática relacionada con el mar. «Tenemos un fondo pictórico importante, con obras de Labra, Cabanas, Cabezas, Xurxo Gómez Chao, Salvador Gutiérrez de la Concha, además de cartas marinas antiguas, boyas de cristal y muchos otros materiales», detalla Rodrigo. La ubicación de la casa-museo aún está en el aire: «Barajamos dos opciones: A Coruña o Camariñas, donde tenemos otro bar que abrimos en verano. Pero lo más probable es que la montemos en Camariñas». Aunque esos restos se vayan, el Acuario conservará en A Coruña el recuerdo de la factoría de Caneliñas. En la Casa de los Peces se puede ver el vídeo de la última captura que realizó un ballenero español. Fue el Ibsa III , de la empresa de Cee, barco que había sido reparado después de que los ecologistas lo hundieran en Marín al pegar una mina a su casco. «Tenía motor de vapor para que las ballenas no lo escuchasen», apunta el director técnico del Acuario, Paco Franco. El cañón del Ibsa III que realizó el último disparo se guarda en la Casa de los Peces. Está en un módulo donde se exhiben huesos de «una Rorcual de pintas, cuyo nombre científico es Balenoptera boreales ». El ejemplar varó y murió hace cerca de veinte años en el entorno de A Torre. En aquel tiempo se decía que se iba a abrir un acuario en la ciudad. Se llamó a ex trabajadores de la ya entonces desaparecida factoría de Cee, que trocearon los restos. Se sepultaron en un lugar señalizado del vertedero de Bens. Después se desenterraron, se limpiaron y se estilizaron. Recubiertos de una capa de barniz para evitar el moho, se muestran un omóplato, tres costillas y una vértebra. «Están en una mesa y se pueden tocar», explica Franco. Además, el cráneo y dos vértebras dan consistencia a una estructura de neón que reproduce el perfil del cetáceo.