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Las hijas del matrimonio que cayó al mar en Sada recibirán 131.000 euros

A CORUÑA

24 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La muerte de un matrimonio que se precipitó al mar con su coche en el puerto de Sada el 14 de diciembre del 2000 se debió a varias deficiencias en la zona achacables a la Consellería de Política Territorial. Así los estima en una sentencia el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que afirma en su escrito con claridad que «el puerto de Sada carecía de barrera de entrada, así como de cualquier señalización referida a la situación del agua; lo cual se encontraba agravado por el hecho de que en el puerto se estaban realizando al menos tres obras. Una de ampliación del peirao pesquero, otra de ampliación del peirao comercial y una más de dragado del puerto, con el consiguiente movimiento de material y camiones que restaban espacio para circular, a lo que hay que añadir la defectuosa iluminación».

Por todo ello, el tribunal gallego considera responsable de la muerte del matrimonio a la Administración autonómica, obligándola a indemnizar a las hijas de los fallecidos en la cantidad de 131.499 euros, más los intereses computados desde la fecha del siniestro.

Aquel desgraciado suceso ocurrió pasadas las siete y media de la tarde. El vehículo de los fallecidos circulaba por la zona del puerto, en las proximidades de la lonja, cuando su conductor se vio de repente precipitándose al mar. Aquello fue visto por obreros de la empresa que realizaban las obras de ampliación del puerto. Dos operarios se lanzaron inmediatamente al agua para intentar salvar a los ocupantes del coche, aunque nada pudieron hacer.

Rescate

Los trabajadores intentaron enganchar las amarras de una grúa al coche, pero no fue posible evitar su hundimiento. Al tiempo, ya se había dado aviso a los servicios de emergencia. En el lugar se personó una patrulla de la Policía Local ?de Sada y submarinistas de la Guardia Civil y de Protección Civil. Contaban con la ayuda de una patrullera de la Guardia Civil del Mar. Sin embargo, los minutos pasaban y había numerosas dificultades para localizar el vehículo en el fondo del mar.

Poco a poco se iban perdiendo las esperanzas de encontrar con vida a sus ocupantes, aunque al lugar se habían desplazado ambulancias del 061 y de Aspe. Los buzos rastrearon la zona y comprobaron que había dos ocupantes dentro del coche, pero se presentaban muchas dificultades para poder izarlo. Los equipos de rescate intentaron sacar el coche de las aguas con la ayuda de una grúa de las obras, aunque finalmente decidieron recuperar antes los cadáveres.

El primero en salir del agua era el de una mujer, que resultó ser Elvira González Castro, de 68 años. Faltaba el cadáver del hombre, que fue rescatado seguidamente y que fue identificado como Antonio Carballo Mejía, de 71. El matrimonio residía en Perillo, en Oleiros.