Murray aparta a Nadal de la final del Abierto de EE. UU.

José María Guimaraens

A CORUÑA

08 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Vaya actuación la de Andy Murray frente a Rafael Nadal. El escocés no defraudó a sus compatriotas tras derrotar al español por 6-2, 7-6 (5), 4-6 y 6-4 en tres horas y media. El partido había sido suspendido el día anterior a causa de la lluvia con dos sets de ventaja para el británico. En aquella primera fase Nadal acusó agotamiento físico. En el segundo período del partido, jugado en la pista Arthur Ashe, la principal de Flushing Meadows, el mallorquín mejoró en cierta medida su actuación, pero el caso es que se encontró con un Murray en vena de aciertos.

El escocés puso de relieve que a partir de ahora habrá que contar con él para las más arriesgadas confrontaciones. Por lo pronto, será un preocupante adversario para Roger Federer, con el que ha disputado tres encuentros. El suizo registra dos victorias, este año en la segunda ronda de Dubai, en el 2005 en la final de Bangkok y enel2006 en la tercera vuelta de Cincinnati. Murray reúne las mejores condiciones para volar muy alto. Su victoria sobre Nadal constituye la mejor demostración de su poderío. Afrontará su primera final de Grand Slam con no pocas posibilidades de triunfo, sobre todo si mantiene el nivel exhibido ante Nadal. Claro está que el helvético parece haber vuelto por sus fueros y en tal caso habrá que pensar en las dificultades que se le presentarán a Murray para salir airoso del enfrentamiento. El ganador de la final recibirá 1.500.000 euros. Nadal, como semifinalista, vuelve a Manacor con 320.000.

Juego potente

Andy Murray tiene un juego elegante, armonioso, potente, con un saque poderoso, la derecha rotunda, un revés a dos manos muy firme y capacidad para aproximarse a la red en busca del punto.

Otra virtud de Murray es su serenidad. No pierde los nervios, aunque la procesión vaya por dentro. Es un profesional capaz de la sorpresa en cualquier torneo por importante que sea. Aquí lo ha demostrado.

Nadal, con este tropiezo, suma nueve derrotas a lo largo de la temporada.

Perdió con Youzny en Chen nai, con Tsonga en la semifinal de Australia; ante Andreas Seppi, en Rótterdam; frente a Roddick, en Dubai; con Davydenko, en Miami; frente a Juan Carlos Ferrero, en Roma; ante Djokovic en Cincinnati y frente a este mismo rival en Indian Wells. Pero han sido 54 victorias en los últimos 56 partidos, lo que le ha permitido ganar Roland Garros, Wimbledon, Queen's, Masters de Toronto y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Precisamente el hecho de haber disputado tantos encuentros parece haber pasado factura al español, al que en esta segunda semana del torneo no se le vio nada fresco físicamente ni con la chispa que caracteriza su tenis, sobretodo en las grandes citas. Desde los primeros puntos del partido ya se pudo ver que Nadal no estaba cómodo la pista.