«El gasto de dinero público en conciertos provoca que se eleven los cachés de los artistas»

La Voz

A CORUÑA

18 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Toño Canedo tiene que lidiar cada año con un riesgo económico que ronda los 400.000 euros para conseguir el objetivo de organizar el Festival do Norte en Vilagarcía. Este promotor, pero sobre todo enamorado de la música, ha sido el responsable además de macroconciertos como el ofrecido en el 2002 por un Manu Chao subido en la parte más alta de la ola del éxito artístico. Su certamen se ha convertido en uno de los más prestigiosos de la península Ibérica, a pesar de que la avalancha de conciertos gratuitos que organizan las diferentes administraciones públicas compliquen el panorama para los organizadores privados. «El dinero público provoca que se eleven los cachés de los artistas», explica. «A veces se pagan cifras astronómicas, pero lo más importante para un festival es tener continuidad. Hay que valorar al grupo en cuestión y pagar solo la cantidad justa. No se pueden dar bandazos estilísticos, porque cada certamen, si está bien pensado, acaba teniendo su propio nicho de mercado», argumenta.