La Iglesia cubana anuncia el viaje a España de otros 12 presos enfermos

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN/LA VOZ.

A CORUÑA

Los opositores, que se suman a la lista de los cinco ya anunciada el jueves, podrían viajar a partir del lunes

11 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Diecisiete presos políticos cubanos, según comunicó ayer la Iglesia Católica de la isla, serán próximamente liberados y viajarán con sus familias a España, donde llegarán a partir del próximo lunes.

En dos comunicados emitidos con apenas tres horas de diferencia, el Arzobispado de La Habana difundió los nombres de doce opositores que quedarán en libertad en breve y que se suman a la lista de los otros cinco anunciada el pasado jueves. La Iglesia cubana no detalló el momento exacto de las liberaciones y del traslado a España de este grupo.

Según el comunicado divulgado por el Arzobispado de La Habana, los excarcelados serán Normando Hernández González, Julio C. Gálvez Rodríguez, Omar Ruiz Hernández, Mijail Barzaga Lugo, Ricardo González Alfonso, Arturo Pérez de Alejo Rodríguez, Jorge L. González Tanquero, Manuel Ubals González, Alfredo M. Pulido López, Blas G. Reyes Rodríguez, Ricardo Enrique Silva Gual, y José U. Izquierdo Hernández.

La nota de las autoridades eclesiásticas no especifican cuándo tendrá lugar la liberación ni el viaje de estos opositores, ni la de los cinco anunciados el pasado jueves: Léster González Pentón, Antonio Villarreal, José Luis García Paneque, Luis Milán Fernández y Pablo Pacheco. Más preciso fue el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien calcula que viajarán a territorio español a partir del lunes.

Precisó que «España no va a acoger a nadie obligatoriamente sino que son ellos mismos los que han decidido trasladarse, y en ese sentido les acogeremos, les brindaremos toda la ayuda necesaria y serán ellos los que decidan lo que quieran hacer».

Oleydis García, esposa de Pablo Pacheco, aseguró a las 15.30 hora de Cuba (21.30 en España) que estaba pendiente de que los funcionarios, acompañados de su marido, que ya había salido del penal, la fueran a recoger a casa, a Ciego de Ávila, a ella y a su hijo, de 11 años, para irse a La Habana. Las autoridades le dijeron que viajarían a España el martes por la noche y que llegarían a Madrid el miércoles.

Todos estos opositores -considerados presos de conciencia por Amnistía Internacional- forman parte del llamado grupo de los 75, de la ola represiva del 2003. Cuatro de ellos figuran en la lista parcial de la Comisión Cubana de Derechos Humanos de 26 presos cuyo estado de salud es muy preocupante, y que fue divulgada en marzo.

El cardenal Jaime Ortega ha consultado telefónicamente a varios de los disidentes para conocer su disposición a dejar la isla junto a familiares, y todos han aceptado viajar a España con sus familias.

Antes tienen que ser entrevistados por funcionarios de la Embajada española para confirmar que su salida es voluntaria. No vendrán como asilados políticos, sino con un estatuto de emigrante, por lo que podrán regresar con el preceptivo permiso.

Fuentes diplomáticas revelaron que las autoridades españolas han pedido a las cubanas los expedientes médicos de los presos para que sean atendidos a su llegada. El Gobierno de Raúl Castro se ha comprometido a liberar a todos los presos de ese grupo, 52, en un máximo de cuatro meses.

Moralinda Paneque, madre de José Luis García Paneque, aseguró que también unos oficiales de la seguridad acudieron a su casa para decirle a la familia que preparara las cosas para ser recogida. Lisandra Lafita, esposa de Luis Milán, declaró que el opositor le dijo el viernes que ya le habían hecho fotos para el pasaporte, mientras que a ella agentes de la seguridad le han pedido estar localizable.

Por su parte, la madre de Guillermo Fariñas, Alicia Hernández, aseguró ayer que su hijo ya pasó 24 horas sin fiebre, pero que «sigue sedado porque tiene mucho dolor de articulaciones, la contractura del cuello la tiene más flácida, y esta tarde tomará jugos naturales, pues ayer tomó agua y té». De todos modos, insiste, sigue grave.