Miembros de la plantilla de Albada, la concesionaria de la planta de Nostián, se sumaron a la acampada que inició la semana pasada frente a las instalaciones de la empresa Fernando Balay, un empleado despedido, para exigir su readmisión.
El presidente del comité de empresa, José Manuel Vilariño, asegura que respaldan al trabajador y que este niega la supuesta agresión a un vigilante que motivó el expediente y posterior despido, que consideran que se enmarca dentro de una política de «persecución sindical» por parte de Albada. Vilariño también acusó a la empresa de incumplir los acuerdos firmados y dice que el cambio en los turnos supone un «aumento de toneladas de lixo sen reciclar no exterior das instalacións».
Por su parte, desde Albada reiteran que el conflicto con Balay «está cerrado», rechazan su posible readmisión y niegan cambios en la operatividad de la planta.