La corredoira que lleva a Bens

Xosé Vázquez Gago
Xosé V. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

La carretera hacia la EDAR está llena de baches y carece de iluminación

29 mar 2013 . Actualizado a las 07:05 h.

Los vecinos de San Pedro de Visma siempre han denunciado la falta de inversión municipal en el barrio, pero hay pocos ejemplos mejores del abandono de la zona que la carretera que atraviesa O Portiño y une la rotonda del paseo marítimo y el camino a la EDAR de Bens con la carretera de Os Fortes que llega al parque de San Pedro y Los Rosales. La carretera, que no llega a 300 metros, está llena de baches, carece de señales y apenas se distinguen las marcas viarias, no dispone de arcén, uno de sus laterales discurre pegado a un prado y el otro a un sendero pedregoso que se ha formado por el paso continuo de peatones.

Los transeúntes, muchos de ellos de edad avanzada, se la juegan, sobre todo de noche cuando es imposible ver algo a causa de la total falta de iluminación. Pero pasa gente caminando todo el día, más todavía en verano, cuando los veraneantes bajan por ella hacia el paseo desde la parada de autobús de la línea 3.

Al menos ese viaje ofrece la oportunidad de contemplar lo que va camino de convertirse en un resto arqueológico: la destrozada marquesina de la carretera de Os Fortes, tan desvencijada que parece que vaya a derrumbarse aunque siga en uso. El caso de la marquesina es de estudio. Está al lado de una rotonda, pero carece de aceras y también de pasos de peatones que permitan llegar a donde está situada. Todo un ejemplo negativo de seguridad vial que la asociación vecinal de la zona ha denunciado en numerosas ocasiones, igual que el deficiente estado de la carretera.

De vuelta a ella, la vía parece maldita porque las vías en las que desemboca, sin estar perfectas, distan mucho de estar tan deterioradas. Por la de Os Fortes es posible circular sin tener que esquivar los baches mientras que cuesta abajo la rotonda hacia la EDAR y el paseo marítimo presenta un estado correcto.

Escaso ancho de la calzada

Los alrededores a veces permitirían contemplar alguna escena bucólica -ayer pastaban por la mañana un puñado de ovejas con tres corderitos- si no fuese por la necesidad de conducir pendiente de los baches, los peatones y los vehículos en sentido contrario. En algunos puntos el ancho asfaltado es tan escaso que casi es necesario invadir la improvisada «acera» que utilizan los paisanos.

El choque que produce encontrarse con la «corredoira» es aún más exagerado si se examina su entorno. El adoquinado del paseo marítimo ha soportado bien el paso del tiempo, a dos minutos está la moderna urbanización de Los Rosales con su centro comercial, y a tres el parque de San Pedro con su famoso elevador esférico, que en el 2011 costó a las arcas municipales nada menos que 370.000 euros.

Reparar la carretera no debería alcanzar semejante coste, pero los vecinos no recuerdan la última obra de asfaltado íntegro de la calzada, solo algún rebacheo ocasional cuando los socavones la dejan impracticable.