«Siempre hace falta más. ¡Ojalá tuviésemos el doble de alimentos!»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

HADRIÁN MÁRQUEZ

Lleva años al frente de la logística de la entidad que ahora presidirá

21 abr 2014 . Actualizado a las 13:07 h.

Este marino jubilado, que prestó sus servicios también en Acnur, tiene ahora más trabajo que cuando estaba en activo. Ha decidido entregar a los demás ese tiempo del que disponía. Luis Camba está en el Banco de Alimentos Rías Altas desde su origen y recientemente ha sido elegido presidente, cargo del que tomará posesión próximamente. Se mueve como por su casa por el almacén que tiene la entidad benéfica en el número 1 de la calle Juan de la Cierva, en la nave cedida por Emalcsa en el polígono de la Grela.

-¿Desde cuando está usted en el Banco?

-Pues hace unos siete años. Soy uno de los ocho socios fundadores del Banco en A Coruña. Y desde entonces siempre me he dedicado al almacén. Me jubilé y no tenía nada que hacer. Vine aquí y ya me entró el Banco. Además, terminas haciendo amigos. Ten en cuenta que aquí somos la mayoría jubilados. Hay algún voluntario más joven, pero la mayoría tenemos ya cierta edad. ¡Yo tengo 72 años y no soy el mayor! Pero es normal, somos los que disponemos de tiempo libre. Aunque también tenemos que ir al médico, cuidar de los nietos...

-En vez de descansar, se ha puesto a trabajar.

-Esto es un descanso. Estás aquí contento y no piensas en otras cosas. Estamos muy unidos, somos un equipo fantástico. Y piensas que estás haciendo algo bien, que alguien va a tener algo que comer gracias a tu trabajo. Y eso llena mucho. En parte es algo egoísta, saber que lo que haces sirve para algo.

-¿Cómo se da salida a todos los alimentos que tienen en el almacén?

-Nos ocupamos nosotros mismos del reparto, y eso genera mucho gasto. De aquí salen cinco o seis mil kilos diarios de alimentos para las distintas oenegés e instituciones benéficas de la provincia. Movernos por toda la provincia, tanto para recoger como para entregar alimentos, es caro. Y eso que aquí nadie cobra nada, ni los conductores ni ningún voluntario.

-¿Cómo andan de fondos?

-Acabamos de salir de la Operación Kilo de Carrefour, así que tenemos material, pero siempre hace falta más. ¡Ojalá tuviéramos el doble para repartir! Espero que aguantemos hasta la gran recogida de noviembre, pero la verdad es que nos están recortando mucho. Los excedentes que actualmente nos vienen de Europa se van a cortar. Y es una de las fuentes más importantes de alimentos que teníamos. Pero confío en que aparezca otra. Repartimos 2.600.000 kilos de alimentos anualmente, de los que más de un millón proceden de Europa.

-Y la demanda no para de crecer.

-Son 84 entidades las que entran en nuestro reparto actualmente, y cuando empecé eran tan solo 26. Hacen una labor magnífica, porque son los que dan la cara ante el beneficiario.

-¿Y si no llegan los alimentos?

-Pues acabamos de hacer un pedido de alubias, porque nos quedamos sin ellas y es un producto básico. Las compramos con el dinero que nos donó Luz Casal, recaudado en el Festival de la Luz. Cuando se acabe, pues ya veremos.

-¿Responde la ciudad a sus campañas?

-Es muy solidaria, no me dejo de asombrar. He visto gente en el paro haciéndonos una donación. Una anécdota: En un supermercado en el que hay un hombre pidiendo en la puerta, hicimos una campaña de recogida. Y cuando nos íbamos, ese hombre entró a comprarnos un kilo de arroz.

Luis Camba Presidente Electo del banco de alimentos Rías Altas