Un año sin José Manuel Mañana

Susana Acosta
S. Acosta ARTEIXO / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

La familia de este vecino de Arteixo vive un auténtico calvario al no haber hallado ni una sola pista desde su desaparición

07 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 2 de diciembre se cumplió un año de la desaparición de José Manuel Mañana, conocido por todos como Fabeiro. Este vecino de Arteixo decidió irse de la casa en la que vivía con su expareja sin dejar más rastro que el de haberse presentado en el Chuac horas después de su desaparición. Tanto su exmujer, como sus hijos viven desde entonces en una incertidumbre constante: «Se lleva mal porque no se sabe nada, sobre todo, ahora que vienen estas fechas», explica Rosa Couceiro, que reconoce que sus tres hijos son los que más están sintiendo la pérdida.

«Estamos seguros de que alguien le tuvo que hacer algo porque no se explica, igual que alguien tuvo que llevarlo al Canalejo. Preguntamos a los taxistas de Arteixo y nadie lo llevó y él solo andando al hospital no llegó», aclaró esta mujer que vive en A Catuxa y que reconoce que cada vez que oye en las noticias que se ha hallado un cuerpo sin vida piensa en su exmarido: «Pensamos que ojalá que sea él porque ya nos ponemos en lo peor. Siempre te queda un poco de esperanza porque al cien por cien nunca estás segura», aclara esta vecina de Arteixo.

Y es que desde que José Manuel Mañana, de 54 años, desapareció de su casa no se supo nada más de él: «Solo que había estado en el hospital, pero por lo demás, nada de nada. Ni una sola pista, ni tampoco nunca apareció una zapatilla o su cartera. Nada», asegura.

Hace unos meses que su hija, Noelia Mañana Couceiro, explicaba que toda la familia necesitaba respuestas. Saber qué es lo que le había podido pasar a su padre porque están viviendo un auténtico calvario.

La última persona que habló con él fue Rosa. Acababa de llegar a casa de un entierro: «Pensé que había ido a pasear, pero cuando llegué a casa vi que la televisión y las luces estaban encendidas. Entonces lo llamé por teléfono, me dijo que iba a tomar algo y que ya volvía para casa», esa fue la última conversación que Fabeiro mantuvo con uno de los suyos.

La pista de Mañana se perdió en el hospital, entonces pensaron que se pudo haber encontrado mal a la salida del centro médico y que podía haber buscado algún refugio cercano: «Pero no se supo nada más de él, a pesar de que lo buscamos por todas partes», confiesa esta mujer que reconoce que toda la familia necesita respuestas.