Terapia de fuego para iluminar una noche de San Juan pendiente del cielo

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La noche de los mil fuegos

Más de 500 solicitudes de permisos fueron presentadas para hacer hogueras y sardiñadas por toda la ciudad

23 jun 2016 . Actualizado a las 14:02 h.

La noche más corta del año es también la que más personas concentra en las calles de la ciudad. No hay Fin de Año o fiesta alguna que se le ponga por delante. La celebración del San Juan se espera, un año más, multitudinaria, aunque finalmente la afluencia a las playas dependerá de cómo se comporte el tiempo. Ayer a última hora se preveían lluvias débiles e intermitentes, pero, en todo caso, no habrá viento y la temperatura será aceptable, con mínimas de 18 grados. Habrá que estar preparado para convivir con el orballo.

Son ingredientes suficientes para garantizar que la noche mágica vuelva a sacar a la gente de sus casas. También es, con diferencia, la fiesta más complicada del año para el Ayuntamiento, que despliega esas horas el mayor dispositivo de seguridad del año. Los ingredientes son complejos de gestionar: la cercanía del mar, el fuego y el alcohol que suele regar estas celebraciones.

Leña para la hoguera de San Juan en Vioño. Llevan semanas acumulando.
Leña para la hoguera de San Juan en Vioño. Llevan semanas acumulando. M. R.

Seguridad

El consistorio no está solo en las tareas de prevención. Agentes de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y personal de Salvamento, incluyendo helicópteros, estarán pendientes con la Policía Local, los bomberos y efectivos de Protección Civil. También la Cruz Roja, con 45 voluntarios, tendrá una fuerte presencia. De ellos dependerá el hospital de campaña montado en la coraza del Orzán durante toda la noche así como dos puestos de primeros auxilios en las dos playas. Como cada año, esperan atender quemaduras, traumatismos e intoxicaciones. En total se movilizarán más de 500 personas para velar por la seguridad de la fiesta, con un dispositivo que se extiende en esta ocasión a los arenales de As Lapas y Oza. Hay más de 500 permisos pedidos para hogueras y brasas por toda la ciudad, que no incluye las de las playas.

Prohibido el baño

El escenario principal de las celebraciones contará con la presencia de 392 profesionales. Desde las diez de la noche hasta las nueve de la mañana del día siguiente está prohibido el baño. Tampoco está permitido, por su peligrosidad, el uso de combustibles líquidos para encender hogueras que, además, deberán a estar a una distancia mínima de cinco metros unas de otras.

El Ayuntamiento repartirá 140 toneladas de madera limpia desde las siete y media de la tarde a través de distintos puestos repartidos por la línea de playa y para ayudar a encender las lumeradas facilitará piñas, por lo que no será necesario que nadie acuda a la arena con combustibles líquidos. El dispositivo de emergencia se hará bien visible hacia las siete y media de la tarde, cuando se realizará un simulacro. Habrá especialistas en la arena y en el mar y participará un helicóptero. Se trata de tener la maquinaria bien engrasada para actuar en casos de urgencia.

El coche en casa

El tráfico también se verá seriamente afectado por la noche mágica. Desde las siete de la tarde quedará cortado el paseo marítimo en todo el frente de los dos arenales. Volverá a abrir a primera hora de la mañana del día siguiente.

Habrá nueve líneas de buses modificadas en sus recorridos habituales para darle cobertura a toda la ciudad, que extenderán su funcionamiento durante la noche. Además, funcionará el búho, como es habitual, y para los que vengan de fuera el consistorio establecerá tres aparcamientos: el del Carrefour de Alfonso Molina y el del Marineda repiten, y se suma este año el disuasorio de Lonzas. Todos estarán enlazados con la plaza de Pontevedra a través de buses lanzadera que pasarán cada quince minutos hasta las dos y media de la mañana y desde entonces, cada media hora.

La limpieza tiene premio

El consistorio puso este año especial interés en reducir el volumen de residuos, que alcanzó el pasado ejercicio las 210 toneladas. Para minimizar el daño en los arenales se dispondrán 50 aseos portátiles por Riazor y el Orzán y contenedores cada pocos metros. Además, Ecovidrio repite experiencia y pondrá recipientes para el reciclaje. Quienes lleven allí los cascos vacíos se llevarán rifas con las que podrán ganar desde bicicletas hasta abonos para toda la temporada del Dépor.

La fiesta deberá terminarse, al menos en las playas, hacia las seis y media de la mañana. Por entonces le tocará empezar a actuar a un dispositivo de casi 200 operarios de la limpieza que, sin duda, tendrán trabajo.

Quema de la falla y música de madrugada

El Ayuntamiento pone la música para amenizar la noche. Este año gastará en torno a unos 200.000 euros en toda la fiesta, y los tres grupos que actuará en Riazor supondrán unos 26.000. A las once de la noche empieza a tocar Bastards (3.630 euros), a las doce y cuarto Os Diplomáticos de Monte Alto (7.260 euros) y finalmente protagonizarán la noche desde la una y media Siniestro Total (15.730 euros). A media noche se quemará la falla, que este año encienden los bomberos del colectivo Aire, tras retirar el consistorio la gestión de la fiesta a las Meigas, y habrá también fuegos artificiales. A la una de la mañana, en el Matadero, se soltarán farolillos iluminados. El Centro Comercial Cuatro Caminos estará presente en las playas de nueve a doce de la noche regalando mochilas.

Al San Juan de los mayores se le suma el de los niños, el Pequeniño, que hoy ofrece a las cinco de la tarde, en Méndez Núñez, a la compañía Passabarret y a la seis, Cíclicus en el Obelisco.

El San Juan, como siempre, no se queda en las playas, sino que se extiende por toda la ciudad. Emilia Pardo Bazán y la calle San Juan estarán cortadas por las celebraciones, que se reparten por todos los barrios.

Las Meigas, por su parte, suspendieron gran parte de su programación, dicen, por las «prohibiciones arbitrarias» impuestas por el Ayuntamiento.