La cita no dejó buen sabor de boca y el recinto solo volvió a usarse para este tipo de eventos en momentos puntuales
25 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La crónica de La Voz de Galicia que recogía el concierto que Miguel Ríos ofreció el 24 de agosto de 1983 en el estadio de Riazor cifraba en 20.000 el número de asistentes a este recital que venía precedido por la polémica del estado en el que había quedado el césped del estadio del Sporting de Gijón en otro de sus conciertos. Un seguro de 670 millones de pesetas cubriría los posibles desperfectos que los fieles del rockero causasen en Riazor. La experiencia, a pesar del éxito de público, que vibró con las actuaciones de Luz Casal y Leño como teloneros del artista principal bajo una lluvia incesante que no consiguió aguarles la fiesta, no dejó demasiado buen sabor de boca, lo que terminó traduciéndose en que el estadio de Riazor no volvería a acoger conciertos hasta la fecha, si salvamos excepciones como la del recordado Concierto de los Mil Años que reunió en 1993 a Chuck Berry, Wilson Pickett, Bob Dylan, Jerry Lee Lewis y los Kinks, entre otros, en un cartel irrepetible.