Los centros no pueden organizar ni horarios ni ratio hasta que la Xunta les dé instrucciones
13 sep 2020 . Actualizado a las 15:06 h.En la ciudad de A Coruña, la matrícula para la etapa educativa de secundaria, bachillerato y FP ronda los 12.500 alumnos. Unos escolares que tendrán que aguardar una semana más para regresar a las aulas. Bajo un nuevo panorama para adaptar las instalaciones, los centros apuran los últimos detalles para poder recibir a los estudiantes con medidas de seguridad. Un tiempo extra que reciben con los brazos abiertos, pues como explican desde el instituto Salvador de Madariaga, «no nos sobra ni un día».
Distancia de un metro
Se habilitarán mamparas de uso interpersonal en las aulas. Uno de los principales problemas que presentaba esta vuelta a las aulas, que motivó la protesta de la mayoría de los institutos públicos, era la distancia de seguridad entre pupitres. Tras la modificación del protocolo el 31 de agosto, que eliminaba la ratio de 25 alumnos y establecía una distancia de metro y medio entre escolares, centros como el Eusebio da Guarda notificaron la jornada lectiva en horario de tarde al no disponer de más espacios para redistribuir a los alumnos. El viernes, la consellería informó a los centros de que la distancia se podrá reducir a un metro siempre y cuando se instalen mamparas de uso interpersonal para cada alumno. «Tendrán una altura de 60 centímetros, más o menos, y serán del tipo que tienen que ser. No podemos olvidarnos de que son medidas sanitarias para garantizar la seguridad», indica la directora del instituto, Isabel Ruso. Su instalación permitirá a los centros prescindir de los desdobles de aulas, un recurso muy solicitado entre las familias, pero que, además de suponer un gasto extra, puede complicarse ante el previsible incremento de la demanda que se producirá. «Todo el mundo se moverá para conseguirlas», advierte Ruso, lo que puede demorar su colocación.
Cupo de profesores
A la espera de un informe en el que se asigne el número de profesores por centro. Mientras la Xunta no comunique a los institutos el personal docente asignado para cada uno de ellos, el equipo directivo no puede organizar los grupos de alumnos por curso ni los horarios de los profesores. «Hasta el momento todo está en el aire», explica Juan Sanmartín, del instituto Masculino. En su caso, diseñaron tres propuestas para así actuar con más rapidez en la vuelta a las aulas. Esperan que la lista con el cupo de docentes les llegue mañana y, con una semana de margen, les dé tiempo a actuar.
Limpieza
Conflicto sobre quién asume el coste del refuerzo para desinfección. Uno de los principales cambios en las rutinas de los centros será el servicio de limpieza, que tendrá que reforzarse con más turnos y más personal. En el CEIP Rosalía de Castro, los padres dudan de las garantías de desinfección. «Durante la jornada lectiva de cinco horas, tan solo hay una persona para limpiar todos los espacios. No se ha reforzado nada, solo han incluido un nuevo turno por la tarde, cuando los niños no están», indica Sofía Polo, una de las madres. A su parecer, es imposible que una persona llegue a limpiar todos los pasamanos y servicios del colegio. A la espera de saber quién debe de correr con los gastos de desinfección, Diputación y Concello exigen que sea la Xunta. Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, explicó en Radio Voz que el Ejecutivo no tiene nada más que dotar a los ayuntamientos de financiación para que sean ellos los que se encarguen.
Problemas en primaria
Padres de centros de la ciudad no llevarán a sus hijos a clase. Los alumnos de 5.º curso de primaria del Rosalía de Castro no irán a clase los viernes en señal de protesta hasta que Inspección ofrezca una alternativa a su problema. Los padres piden un desdoble del aula para garantizar la distancia entre escolares, pues con 25 alumnos por clase y un espacio de metro y medio entre pupitre y pupitre, no se puede asegurar la separación indicada por los sanitarios.