El Ayuntamiento propone realojar a los afectados en su informe sobre el interés autonómico del proyecto y la Xunta plantea el acuerdo para ejecutar las expropiaciones y los accesos al centro
26 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En vísperas de Navidad, la Xunta y el Ayuntamiento han seguido dando pasos para encarrilar el inicio de la construcción del Novo Chuac en el 2022. El proyecto duplicará la superficie del actual hospital y requerirá una inversión de más de 430 millones de euros por parte del Ejecutivo gallego. Pero la participación del Ayuntamiento es imprescindible y, entre otras aportaciones, financiará la expropiación de los terrenos necesarios para la obra y los accesos al nuevo hospital.
Ambas Administraciones firmaron un convenio marco el pasado 1 de febrero, pero mientras se redacta el proyecto continúan los trámites administrativos previos al inicio de las obras.
Esta misma semana, apenas diez días después de recibirla, el Ayuntamiento remitió a la Xunta su informe sobre la propuesta de declarar el Novo Chuac como proyecto de interés autonómico.
Ese trámite es clave para el desarrollo de las obras, ya que la construcción del hospital requerirá aprobar cambios en el plan general de A Coruña, y la citada declaración permitirá acortar de forma considerable un trámite que por la vía ordinaria podría prolongarse más de un año.
El informe recuerda que el plan «afectará previsiblemente a unha serie de construcións de tipoloxía illada destinadas a uso residencial unifamiliar». En principio se trata de 30 fincas con 19 inmuebles, alguno deshabitado.
En consecuencia, el Ayuntamiento plantea «minimizar el impacto urbanístico e social no eido, sen comprometer a desexábel funcionalidade que ha de ter unha dotación de carácter xeral».
Además, el área de Urbanismo propone que se busquen «alternativas de realoxo fronte á expropiación» para los ocupantes legales de los inmuebles afectados, y recuerda que la memoria de actuación ya plantea incorporar al proyecto una parcela municipal situada al oeste para «a construción de vivendas de realoxo».
La única salvedad que plantea el informe es que se excluya de la actuación una parcela en la que se ha otorgado una concesión a la Fundación Monte do Gozo para construir un centro asistencia de Proxecto Home Galicia.
La propuesta de convenio
También esta semana, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, remitió al concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, un borrador de acuerdo sobre las aportaciones del Ayuntamiento.
La inversión municipal será de 22,2 millones de euros. Esa cantidad debe ser incluida en los próximos presupuestos, que el gobierno local socialista está negociando con la Marea Atlántica y que por el momento siguen sin fecha para ser elevados a pleno.
La mayor parte de esa cantidad, 12 millones, se destinará a financiar las expropiaciones. El Ayuntamiento abonará esos fondos en tres anualidades entre el 2022 y el 2026. La adquisición de terrenos es imprescindible para desarrollar gran parte del nuevo complejo sanitario y sus accesos.
Los otros 10,22 millones se dedicarán precisamente a la construcción de las nuevas conexiones viarias. Tanto al anillo perimetral que rodeará el complejo como a las calles y avenidas que lo enlazarán con las vías de alta capacidad de su entorno. De acuerdo a la propuesta, y como es habitual en estos proyectos, las obras serán ejecutadas por la Xunta —igual que las expropiaciones— pero serán financiadas por María Pita, ya que el Ayuntamiento será el beneficiario de las nuevas infraestructuras.
El pago de los mencionados 10,22 millones se producirá en cuatro anualidades, entre el 2023 y el 2026, con condiciones. El primer abono se producirá una vez adjudicado el contrato de obra, y los siguientes cuando se hayan justificado los gastos correspondientes al ejercicio anterior. Así, en el 2026 debería quedar terminados los accesos y la configuración urbana del área en la que se desarrollará el proyecto, delimitada al norte por el hospital San Rafael y el aparcamiento público de Aparcisa, la avenida de A Pasaxe por el este, las calles Capela y Castaño de Eirís por el sur, y el parque de Eirís y las vías Inés de Ben y Ferrer por el oeste.
El 2026 también marca el límite de vigencia del convenio, aunque existe una cláusula para ampliar su duración si las obras no terminan en el plazo previsto.
Para hacer frente a los imprevistos, el texto prevé la formación de una comisión de seguimiento, integrada por representantes del Ayuntamiento, el Servizo Galego de Saúde y la Axencia Galega de Infraestruturas. Son las tres instituciones que colaborarán en el proyecto.