La ciudad cuenta con una serie de lugares bien identificados que sufren atascos de manera recurrente y con esperas medias de hasta 20 minutos
26 sep 2022 . Actualizado a las 16:04 h.Los coruñeses señalaron el tráfico como el aspecto con peor valoración en la encuesta realizada por el Instituto Sondaxe con menos nota de la limpieza, la seguridad ciudadana, los parques y zonas verdes y el transporte público. El tráfico aprobó por cinco décimas y hace un año también fue señalado como la segunda mayor preocupación de los coruñeses, solo superada por el desempleo. El problema es recurrente desde hace años y las mayores complicaciones son en puntos concretos y momentos determinados, pero se convierten en verdaderas ratoneras.
Alfonso Molina
La ruta preferida. La principal vía de entrada y salida de la ciudad está pendiente del proyecto de humanización y sigue siendo uno de los lugares más delicados por las decenas de miles de vehículos que entran y salen a diario, que hacen que la circulación sea bastante densa y los atascos recurrentes. Los momentos más complicados son a primera hora de la mañana —entre 8.00 y 9.15 horas—, en sentido entrada, y lo peor se produce a partir de la salida de la autopista, aunque el flujo de coches ya es grande desde A Pasaxe. «El problema es cuando hay un accidente, ahí se para todo», explica Manuel Sánchez Quindimil. El presidente de Tele-Taxi apunta a una de las posibles causas detrás de la siniestralidad en esta vía: «No creo que sea tanto por la velocidad, pero las incorporaciones o salidas no están muy claras y eso contribuye a dudar. Hay mucha confluencia, se cruzan bastantes carriles y eso puede llevar a accidentes». Y pone como ejemplos la rampa en subida desde Pocomaco y Someso o el punto de entrada en la autopista y de desvío hacia A Zapateira, además de señalar que en un atasco por accidente se puede estar unos 20 minutos (como promedio y aproximado). Las retenciones en sentido salida coinciden normalmente a partir de las 14.00 y hasta las 15.00 horas, y a partir de las 19.00 horas.
A Pasaxe y el Sol y Mar
Las obras, problema añadido. El punto de conexión entre A Coruña y Oleiros es uno de los lugares que más dificultades alberga y es una continuación de Alfonso Molina. Los problemas coinciden en horario con los que se registran en la principal vía de entrada y salida de la ciudad y este punto se convierte en una verdadera ratonera los viernes alrededor de las 15.00 horas, principalmente durante la época estival con el éxodo hacia arenales del área metropolitana o segundas viviendas, con colas de 15 minutos como promedio. Las complicaciones que hay desde hace años se incrementaron en los últimos meses con las obras del cruce del Sol y Mar, en el que está previsto crear una glorieta elevada y un paso subterráneo. La ejecución de los trabajos reduce el espacio para la circulación, cuya velocidad también se ve ralentizada, y crea un punto en el que prácticamente todos los días se tiene que hacer cola. El proyecto de ampliación del puente se retomó el año pasado con estudios geotécnicos, pero por el momento se desconocen los plazos de ejecución.
PlAZA DE Ourense
Un embudo. Es el punto en el que se concentran los mayores problemas dentro del casco urbano y entre las 8.00 y las 9.15 requiere armarse de paciencia para poder atravesar los menos de 300 metros que separan este punto de la desembocadura de Alfonso Molina. Atravesar esta zona en los momentos de entrada al trabajo puede llevar una media de 10 minutos. Además, también se dan acumulaciones de coches en las horas de fin de jornada laboral, aunque los problemas suelen ser menores.
Plaza de Lugo
Complicaciones vinculadas al comercio. Desde la plaza de Pontevedra hasta la de Ourense hay apenas 250 metros que a media mañana se puede tardar casi 10 minutos en recorrer, mientras que sin tráfico llevaría menos de un minuto con los semáforos en verde. El motivo es la actividad comercial y las complicaciones creadas por la doble fila.
Pavo Real
Retenciones por trabajo y fútbol. La creación de la tercera ronda para aligerar Alfonso Molina supuso un aumento del tráfico en este punto, que experimenta atascos a primera hora de la mañana —tardando hasta 10 minutos— y por la tarde con las salidas del trabajo. Además, los días que juega el Deportivo en Riazor las colas también son una constante. «Se te puede poner el semáforo en rojo tres veces, pero puede ser algo entendible», explica Alberto Couselo, del comité de empresa de la Compañía de Tranvías. En la tercera ronda está pendiente la creación del vial-18, que será la conexión con la autopista.
A Grela y Matogrande
Glorietas complicadas. Estos lugares viven sus momentos de mayor trasiego de coches entre las 8.00 y las 9.15 horas, aunque en el caso de Matogrande también se pueden producir retenciones cuando termina la jornada escolar y muchos padres acuden en coche a recoger a sus hijos en los centros de la zona.
Colegios y calles
Casos puntuales. Los centros educativos son ubicaciones complejas en términos de tráfico a la hora de entrada y salida de los escolares. Manuel Sánchez Quindimil cita ejemplos como Compañía de María, Esclavas o La Grande Obra de Atocha (plaza de España) como algunos de los entornos en los que se generan más retenciones, que se suelen superar en 5 minutos. Alberto Couselo destaca los casos de algunas calles como la avenida de Oza, Capitán Juan Varela, Marqués de Figueroa y entornos como el del Chuac, que «a veces se atasca la subida hasta para las ambulancias», o el barrio de O Castrillón, en el que los problemas para circular «son todo el día, es un descontrol», y señala los aparcamientos indebidos como principal motivo en estas zonas de la ciudad.