«Instagramer» y graduada en ADE, trabaja en una consultora de recursos humanos, toca el ukelele y no descarta pasar una temporada en un lugar cálido donde se hable inglés
13 jun 2022 . Actualizado a las 08:55 h.Le pregunto cuántos seguidores tiene en Instagram y echa mano del móvil. El martes cuando hablamos eran 68.200. «Me encanta subir contenido todas las semanas y le dedico bastante tiempo. Ahora voy a trabajar con una agencia que va a gestionar las colaboraciones con marcas y a asesorarme. La foto con la que tuve más likes fue una en la que salía en bikini. Tuvo 11.000, que es bastante», comenta Ana María Sánchez-Tembleque Rial, a la que todos llaman Anita Tembleque o Temble. Tiene 24 años recién cumplidos y es muy conocida entre los jóvenes de A Coruña. Es atractiva y sonriente y reconoce que es «fotogénica» y sabe cómo ponerse «para las fotos. Pero soy cero creída. Me considero normal y maja», asegura. Cuando la conoces te das cuenta enseguida de que Anita es mucho más que un perfil en una red social. «Instagram no me representa. Es una parte de mí, una forma de expresarme. Me ves y no piensas que tengo una carrera y que estoy haciendo otra», reflexiona y da un sorbo a un vaso de agua. «Bebo mucha. No me gustan los refrescos y nunca tomo café. Por la mañana en el trabajo bebo un vaso de leche calentito y, cuando salgo, caña de 1906».
Pasión por las olas
Estudió en los Maristas con media de notable. También fue al conservatorio y acabó el ciclo elemental de piano. «Me gusta mucho la música y también toco el ukelele. Mi playlist tiene de todo, desde clásica a rock. Mis amigas dicen que soy un poco friki con este asunto. Pero la lista es como soy yo, me interesan cosas diferentes», apunta. Estudió ADE en inglés y aprovechó el confinamiento para empezar magisterio y le queda un año para acabar. «Mi madre es profesora y me gustan los niños», añade. Trabaja en una consultora de recursos humanos, se sigue formando, va al gimnasio dos o tres veces por semana, atiende su Instagram y disfruta con sus amigos y su novio, Edu, con el que lleva cinco años. «Un plan perfecto es estar en la playa con las amigas. Siento pasión por los arenales en los que hay olas grandes, como Barrañán o Sabón. Ahí está la felicidad, y en tomar el sol siempre con crema de protección. Cuando ahorro, viajo, y siempre lo hago a sitios donde haga calor», relata. Será por eso que en su Instagram aparecen tantas fotos en bikini. «Todo el mundo sube lo bueno, las cosas que te pasan que están bien. No vas a publicar desgracias o escenas del trabajo. Que una persona tenga buen cuerpo, o no, y lo enseñe no es nada malo. No se puede juzgar a una persona por sus fotos en bikini», sentencia.
Animales y solomillo con foie
Estuvo unos meses viviendo en Estados Unidos y no descarta pasar alguna temporada «en un sitio donde haga calor y se hable inglés. Hasta que cumpla 30 años tengo muchas cosas que hacer», confiesa. Trabajó como modelo y no descarta seguir haciéndolo si surgen buenas oportunidades. Le satisface de su trabajo en recursos humanos el hecho de contratar a alguien y ver cómo crece en la empresa. Entre sus muchas pasiones se encuentran los animales. «Desde pequeña tuve perros, boxers. También cuidé canarios y monté a caballo. Algún día me gustaría tener uno, pero sale un poco caro», comenta. Dice que dos veces al mes se toma una hamburguesa o lo que sea, pero a diario cuida su alimentación. «Tengo la suerte de que mi madre cocina bien y sano. Mi plato favorito es el solomillo con foie de El refugio. Me dan pena los patos, pero me encanta», reconoce. Asegura que su vicio confesable es dormir. «Podría estar en la cama 16 horas». Y afirma que no soporta «a la gente que critica a los demás sin motivo. Yo no tengo odio dentro de mí. En todas las empresas en las que he trabajado nunca he tenido problemas con mis fotos de Instagram. Cuando me pongo a trabajar soy de las que no paran», sentencia Anita, una coruñesa que provoca tembleques.