Juan Carlos Alonso: «Hago pan en casa todos los días y se lo regalo a mis cuñados»

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA

A CORUÑA

Juan Carlos, creador del blog «Gastronomía en verso», tiene 64 años, dos hijos de 36 y 32, y difunde fotos y recetas de panes.
Juan Carlos, creador del blog «Gastronomía en verso», tiene 64 años, dos hijos de 36 y 32, y difunde fotos y recetas de panes. CESAR QUIAN

Su blog «Gastronomía en verso», creado en el 2006, fue de los primeros y es uno de los más premiados

18 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Su última pasión nació en el confinamiento. «Hice un curso por WhatsApp con el panadero de Fisterra Juan Luis Estévez y adquirí el conocimiento de las masas. Después, mis hijos me regalaron un horno de 1.500 euros que llega a los 300 grados, con menos es complicado hacer pan en casa», explica Juan Carlos Alonso Cortés. A su pasión por la gastronomía se unió la jubilación y ahora dedica al menos cuatro horas al día a esta tarea.

«Para que veas lo que engancha. Por la tardes estoy tres horas preparando las masas, que tienen que reposar unas 15 horas en el frigorífico. A las 8 de la mañana horneo durante unos 50 minutos. Hago pan todos los días y se lo regalo a mis cuñados y a mi hija. Se ha convertido en mi hobby principal. Te sirve para obsequiar a familiares y amigos. También se lo llevé a chefs», asegura. Y, además, el trabajo de subir las fotos y la receta a Instagram.

Charlamos en una mesa de la terraza de La Cantera, en la glorieta de América. Dice que su principal defecto es que es «demasiado apasionado». Y es cierto, pero cuando veo que se enrolla demasiado con un tema le corto e intento dirigirlo por otro camino.

Gastronomía en verso

Fue militar profesional, funcionario, profesor y se quedó cerca de ver cumplido otro sueño. «Me hubiese gustado ser un Plácido Domingo, un cantante lírico. De hecho, no descarto retomar mis clases de canto», confiesa. La pasión por la música queda reflejada en su seguido perfil de Instagram, donde es ridente, por la pieza Ridente la calma, de Mozart. Ahora le dio por el pan, pero lleva muchos años metido en el mundo de la cocina. Su blog Gastronomía en verso, creado en el 2006, fue de los primeros y es uno de los más premiados.

«Siempre me gustó cocinar. Mi madre lo hacía muy bien y mi padre era cazador y siempre traía materia prima a casa. Son ya 16 años de blog. Fui el primer gallego que ganó el concurso de blogueros cocineros de Canal cocina y, entre otras distinciones, recogí una del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por promover el consumo de pescado en mis publicaciones», relata.

En el ámbito local, también ganó un Premio Picadillo al mejor plato de cuchara. Se siente orgulloso de los galardones y de haber sido un pionero en la organización de las xuntanzas de blogueros, que antes de final de año espera volver a convocar.

 Bacalao y chuletillas

Coruñés (él dice C. T. V.) de 1958, está casado con María desde hace 37 años. «Ella forma parte de Gastronomía en verso, en especial en el apartado de postres y dulces tradicionales», aclara. Tienen dos hijos, Juan, de 36 y funcionario, y María, de 32 y médica. Me habla de su etapa como sargento de Artillería, de cuando ejerció de funcionario en el Ayuntamiento de Oleiros o de su etapa de director del albergue de Gandarío. «Gracias a mis estudios, fui profesor durante 25 años en la Escuela de Relaciones Laborales», apunta.

Luce un moreno envidiable y se le ve en forma. «Siempre he amado el deporte y los practiqué todos. Ahora camino a buen ritmo hora y media al día. De lunes a viernes procuramos cuidar la alimentación. Además del pan casero, tomamos muchos vegetales y pescados y carnes a la plancha. En casa no hay alcohol», resume. Nunca pensó en montar un restaurante. «Una cosa es el hobby y otra el sacrificio que supone tener un local. En A Coruña tenemos un nivel gastronómico altísimo», sentencia.

Si tuviese que quedarse con dos platos elige el bacalao al pilpil y las chuletillas de cordero. Antes de despedirnos me habla de su próximo proyecto. «Voy a empezar a hacer brioches y cruasanes. Es importante destacar la generosidad de los maestros panaderos y de los aficionados a la hora de compartir información y conocimientos en redes sociales, especialmente en Instagram», comenta. Un coruñés enamorado de su mujer y del pan.