Los padres de los alumnos del instituto de A Barcala describen un caos al que la Xunta y el Concello intentan poner orden
30 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Van tres en dos asientos, y algunos niños en la escalerilla del centro del bus, es una desorganización total». Quien denuncia esto es la madre de una alumna del IES Afonso X O Sabio de Cambre respecto al transporte escolar, que ha acumulado muchísimas incidencias desde principios de curso. Entre ellas, retrasos para llegar al instituto y, especialmente, estudiantes que se quedan en tierra porque los buses van llenos. Sobre este punto, la propia directora del centro situado en A Barcala señala que parte de los desajustes vienen provocados por los propios usuarios. «Muchos alumnos que no se anotaron para el servicio de transporte, ahora lo están usando, y dejan a los verdaderos usuarios fuera, para eso hemos pedido que los conductores pidan el pase concedido para ello», indica.
Los problemas han trascendido el entorno del instituto y se han colado en el Concello y en la Xunta. Hace unos días, el alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, remitió un escrito al jefe territorial de la Consellería de Educación, Indalecio Cabana, solicitando la revisión y mejora del servicio de transporte a este centro, que cuenta con diez autobuses, de los que nueve dependen de la Xunta y el otro del ANPA. Tal y como indican desde la directiva del IES, desde el arranque del año académico se ha registrado un goteo constante de quejas por parte de los padres y madres de los cerca de 500 estudiantes que emplean el servicio.
Además de los retrasos y el exceso de pasaje denunciado por los alumnos y sus padres, el Concello también denuncia «errores de coordinación que desde la dirección del centro achacan a la ausencia de un vigilante que compruebe y controle qué alumnos se suben y se bajan del autobús». En este sentido, lamentan que esta figura, presente en el transporte en las etapas de educación infantil y primaria, no se implante también en el caso del alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Esta falta de medios personales obliga al conductor a duplicar sus funciones, debiendo asumir las tareas de control de pasajeros además de la propia conducción. En consecuencia, muchos usuarios se quedan en tierra. «Se trata de una situación que se agrava, además, por el cambio constante de conductores», indican desde el Ayuntamiento de Cambre. Otro de los problemas es la dificultad del alumnado para saber qué autobús le corresponde, algo que la dirección ha intentado solucionar colocando señalización identificativa.
Fuentes de la delegación provincial de Educación de la Xunta aseguraron a este periódico que ya han pedido a la empresa de transporte que contraten personal para controlar el flujo de pasajeros, que los que accedan sean estudiantes que tienen el servicio concedido. «Respecto al cambio asiduo de conductores no está en nuestra competencia», indican desde Educación, que también hace una reclamación al Concello de Cambre para facilitar los accesos de los autobuses. «Muchas veces los retrasos vienen motivados por la alta confluencia de vehículos y echamos en falta la presencia de la Policía Local para regular el tráfico en la entrada y salida de los escolares», señalan.