Anne Plantagenet, biógrafa de María Casares: «Para ser honesta, esperaba más en Francia, lo de Galicia fue excepcional»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

anne
ANGEL MANSO

Su personal biografía sobre la actriz nacida en A Coruña se publica en gallego

13 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera vez que hablamos con Anne Plantagenet fue en el verano del 2021, cuando su libro sobre la actriz María Casares acababa de ser traducido al castellano. Un año y medio después, Anne, que nunca había estado en la tierra de origen de la escritora, ha pisado cuatro veces Galicia y su personal biografía sobre la intérprete se puede leer en lenguas como el griego y, ahora también, en gallego, en A única, Maria Casarès (Kalandraka), con traducción de Isabel Soto. «Es un honor esta traducción. En gallego, en su idioma, es como si el libro hiciese el viaje de regreso que ella nunca hizo», dice la escritora.

—Esta es su cuarta vez en A Coruña, ¿cambiaría algo en su libro si lo hubiera escrito después de conocer la casa de los Casares?

—Muy buena pregunta. Con A única no pretendí decir toda la verdad sobre María Casares. El libro es un proyecto literario resultado de muchas investigaciones importantes, muy documentado, pero también es mi visión íntima y honesta de María. Después de estar en A Coruña, en su casa en la calle Panaderas, ahora que conozco Galicia, el carácter gallego y a personas que la trataron, sé que mi intuición fue exacta. Me he encontrado a personas que la conocieron y me han dicho que ella era como la escribí. Para mí eso es muy importante.

—A pesar de las muchas invitaciones que recibió en democracia, María, que guardaba botes con arena de Bastiagueiro en su casa en Francia, nunca regresó.

—Ella nunca quiso volver, esa es la verdad. El porqué nunca lo sabremos exactamente. Son razones personales, pero ella nunca olvidó Galicia, siempre la tenía muy presente y hablaba de ella. Galicia son sus primeros años de vida, su infancia. Ella no quiso cambiar eso. Prefirió sus imágenes y su Galicia del pasado. No quiso confrontarse a las imágenes recientes del presente.

—María era única, como el título de su libro.

—Para mí es una de las figuras femeninas más importantes del siglo XX. María es una figura de los escenarios y es un camino. A través de su vida hay muchas peleas, exilios, dolores y también victorias. Y una voluntad enorme. Lo de única es porque así la apodaba Albert Camus, «la única». Hay un telegrama que él le envía donde la llama así.

—Ahora que el año del centenario de su nacimiento está a punto de concluir, ¿está satisfecha con los actos de homenaje?

—En España su figura empieza ahora a salir a la luz, en Francia ya era popular, [fue Gran Premio Nacional de Teatro en 1990], pero es cierto que había quedado algo en el olvido después de su muerte, en el 96. Algo común con los actores teatrales. Esa es la belleza y la justicia del teatro, cuando la representación se acaba, el actor desaparece con ella. Actuó durante más de 50 años, también pasó de moda y tuvo que reinventarse. María eligió la escena, no le gustaba el cine, donde protagonizó obras maestras, pero son películas antiguas. Con la publicación de su correspondencia con Albert Camus, volvió a cobrar protagonismo. Este 2022 celebramos su centenario, pero es solo una excusa. Creo que estamos en el momento de hablar de ella con objetividad. Lo de Galicia este año, con todos los actos, conferencias... fue maravilloso, excepcional. Para ser honesta, esperaba algo más en Francia. Se hicieron cosas muy bonitas, como dedicarle el nombre de un puente en París, pero fueron iniciativas regionales o particulares, no hubo un gran homenaje nacional.