Juzgan en A Coruña a un acusado de estafar 196.000 euros a la madre de su mejor amigo tras fallecer este

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Sede de la Audiencia Provincial de A Coruña
Sede de la Audiencia Provincial de A Coruña EDUARDO PEREZ

El fiscal, que pide para él 5 años y medio de prisión, sostiene que se compró un Porsche con el dinero que le confió la víctima

19 ene 2024 . Actualizado a las 20:22 h.

Cuando su hijo falleció, la mujer, de 62 años, pidió al mejor amigo de aquel que le moviese el dinero, que invirtiese y sacase réditos. La víctima confió en él porque lo conocía desde pequeño y era como uno más de la familia. Además, para ella no había mejor persona para ayudarla con las cuentas, debido a sus conocimientos financieros por haber trabajado en varias entidades. Pero la engañó y, poco a poco fue haciéndose con parte del patrimonio de la señora hasta dejarla sin 196.000 euros. Eso es lo que sostiene el fiscal, que pide para el acusado de un delito de estafa una pena de 5 años y medio de prisión y que reintegre a la víctima el dinero «logrado ilegalmente». El juicio se celebrará la próxima semana en la Audiencia Provincial de A Coruña.

Según el Ministerio Fiscal, la afectada contactó a finales del 2016 y tras el fallecimiento de su hijo con el acusado, «quien era amigo de este último, y quien le había asesorado en temas financieros, pues había trabajado en entidades bancarias, lo que hizo que con esa confianza previa generada no solo por las relaciones personales sino también por la apariencia de profesionalidad, se dejase guiar por el acusado para la gestión de sus activos financieros».

Pero lo que hizo ese hombre, añade la acusación pública, es «urdir una trama sustentada en supuestas inversiones ficticias para atraer la atención de la víctima para que traspasase sus activos de sus cuentas a otras de empresas cuyo administrador único era el acusado, bajo la creencia de que ese dinero iba a ser utilizado en inversiones rentables y fructíferas que harían incrementar el patrimonio de la afectada».

En realidad, ninguna de esas inversiones se iba a producir ni el dinero iba a ser gestionado por el acusado en beneficio de la mujer, «sino todo lo contrario, puesto que el ardid creado fue con el único fin de que el acusado hiciese suyo el dinero transferido a sus cuentas», añade el fiscal en su escrito de calificación.

De este modo y por la seguridad que el acusado infundía en la víctima, «esta en el mes de enero del 2017 transfirió importantes cantidades de dinero a una entidad, confiando a partir de ahí el destino de sus inversiones en el acusado. De este modo, desde la cuenta de la mujer se transfirieron en diversas ocasiones, bien haciéndolo ella misma o a través del acusado y tras las ficticias promesas de inversión rentable, a la cuenta del acusado».

Así, el 11 de julio del 2017, se apropió de 190.000 euros. El 26 de marzo del 2018 fueron 20.000. El 28 de junio de aquel año, 10.000. Un mes después, la misma cantidad.

Asegura la Fiscalía que nada de ese dinero fue recuperado, «destinándolo el acusado a provecho propio, llegando incluso a comprar al día siguiente de recibir los 190.000 euros un vehículo Porsche modelo Boxter y a retirar en efectivo 9.000 euros sin que conste justificado su destino».

En aquel momento el hombre tenía una pareja que regentaba un centro de estética. Consta que el acusado realizó varias transferencias a favor del negocio y que por tanto redundaron en beneficio de su novia, de quien no consta su participación en los hechos, por lo que se dictó a favor de ella un auto de sobreseimiento provisional.

«Concretamente, dispuso de 18.576 euros a favor del centro de estética de su pareja por gastos de alquiler y de iluminación», añade la acusación pública.

Una vez que fue denunciado, el acusado entregó a la víctima el vehículo Porsche modelo Boxter como devolución parcial de las cantidades, procediendo la misma a su venta y obteniendo la cantidad de 33 850 euros al tener que hacer frente a cargas que pesaban sobre el mismo.