Desalojados del 120 de la ronda de Nelle duermen en soportales del paseo de los Puentes

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Alberto Mahía

Los cerca de 80 okupas del edificio buscan un techo por toda la ciudad

25 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada una de las cerca de 80 personas que okupaban el 120 de la ronda de Nelle tiene su historia y maneras de afrontarla. Hay quienes tenían amigos a los que acudir cuando se vieron en la calle y fueron acogidos temporalmente, pero otros muchos se quedaron en un techo y lo andan buscando por toda la ciudad. Sin nada más que lo que entra en una mochila. Unos carecen de papeles y están ilegales en el país, otros se dedican a robar, algunos a trapichear y la mayoría peleaba por llegar a fin de mes con ayudas, buscando cosas de valor en la basura o mendigando.

Una semana después de ser evacuados tras un incendio en sus dos últimas plantas, un grupo de los que allí residían se han quedado en la zona, en los soportales de algunos edificios del paseo de los Puentes. Principalmente en uno de ellos, el 142 de la ronda de Nelle. Su parte trasera da a un mirador con una zona cubierta y protegida de la lluvia. Desde esa atalaya se ve el mar y ahora cerca de una decena de colchones, mantas y maletas que es donde están pasando las noches algunos de los desalojados.

Uno de ellos se llama Bakary, no tiene papeles y llegó a España en patera hace tres años. Cuenta que vivió en varias ciudades, «casi siempre en la calle» hasta llegar aquí. «Un amigo me dijo que podía estar en una habitación de ese edificio y llevaba tres meses hasta que nos echaron por el incendio», relata. Dice que no tiene a quién acudir para que le deje una habitación. No tiene papeles, ni ayudas. Su único sustento son las chapuzas que le van saliendo. Presume que es «el mejor jardinero». Pero asegura que puede trabajar de cualquier cosa. Para él no es nuevo dormir en un soportal, «pero es muy duro». Solo desea encontrar pronto una habitación, tener un trabajo estable, obtener la residencia y poder traer a su esposa e hijos de Senegal. Junto a él duermen dos jóvenes argelinos, otro compatriota y tres «chicos que no sé de dónde son», dice Bakary. 

Suciedad

¿Dónde hacen sus necesidades? En el soportal se huele que muy lejos no van cuando lo necesitan. Eso supone malestar entre los vecinos. Sobre todo los que sus ventanas dan a ese soportal. Aparte de que «no queremos que esto se convierta en un refugio y el problema del 120 nos salte a nosotros, la suciedad que se está generando es insoportable», denuncia un vecino.

Aparte del paseo de los Puentes, algunos fueron «acogidos» por amigos en pisos de la zona del Agra y, sobre todo, Os Mallos y la Sagrada Familia. Lo que por ahora no se ha producido, según fuentes policiales, fueron más okupaciones. No se tiene constancia de que ninguno de los que vivían en el 120 de la ronda de Nelle hayan allanado una casa o un piso. «Lo más probable es que estén pagando habitaciones por la zona o duerman temporalmente a la intemperie», comentan desde la Policía Nacional.

 Alquileres

Había pisos en ese edificio en los que las habitaciones se alquilaban por cantidades que no llegaban a los 100 euros. La mayoría no costaban nada. Solo la patada en la puerta. El inmueble no tenía agua ni luz. Y el riesgo de incendio por la basura que se encontraba en las viviendas y en los rellanos —desde la actuación de limpieza integral que el Ayuntamiento llevó a cabo el año pasado era menos— era muy grande.

Para la policía, como para el gobierno local, ese edificio okupado durante más de 25 años era lo que más preocupaba. No ya por ser un foco de delincuencia, sino por la miseria e insalubridad en la que se veían abocados a vivir los allanadores.