La Feria del Libro de A Coruña se despide tras diez días de ventas y con mucho cliente local

Lucía Casal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MIGUEL MIRAMONTES

Los libreros aprecian cambios en algunas tendencias, como más visitantes los primeros días

11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Feria del Libro de A Coruña celebró este sábado su último día tras una completa edición. Los libreros, procedentes de distintas partes de España, hicieron recuento tras 10 días de ventas en la ciudad, donde coinciden en que «se lee mucho».

Para Tatiana Sesar, de Central Librería Real, este año fue su estreno en A Coruña: «Hubo muchos turistas españoles de todas partes, pero muy pocos extranjeros», señalaba horas antes de echar el cierre. En esta caseta triunfó Blackwater, de Michael Mcdowell. «En el mismo día se agotó, reservé un ejemplar para mí y al final tuve que venderlo porque era el último», explicó.

En el puesto de Tatiana, Pablo J. Rañales firmaba ayer su novela Os afogados, y recapitulaba también sobre su experiencia en la feria: «A xente de fóra se para a curiosear literatura en galego; algúns teñen medo de non entender a linguaxe, pero si que se interesan», aseguró el escritor.

Tan solo unos pasos más adelante, Eduardo Riestra, de Ediciones del Viento, afirmaba que el libro estrella de esta edición fue La travesía del cachalote, de Frank Thomas Bullen. En su opinión, este año ha resultado «mucho mejor que el anterior» y la feria «estuvo repleta de gente local, de aquí».

Sin embargo, no todos los feriantes parecen estar satisfechos con respecto a ediciones pasadas. Juan Carlos Pérez, de Librería Arenas, echó en falta este agosto «cruceristas» parándose en las casetas, hecho que corrobora el encargado de Cartem, Francisco Espeso: «Este es mi tercer año, el primero fue fantástico, el segundo también, pero este ha ido mal. La afluencia de público ha caído bastante, y eso que los barcos traen mucha gente».

Francisco, llegado de Valladolid, valoró también que, «el mejor día de feria fue el primero», además de percatarse de una tendencia cambiante: «Ahora, el comercio recibe más clientes los lunes y los martes, los fines de semana la gente prefiere marcharse a otros sitios». En su estand, que entremezclaba libros de arte y cómics, tenía a la venta ejemplares como Absolute Durero, una edición de lujo sobre el artista alemán a la venta por un precio cercano a los 2.000 euros.