O Portiño-Bens: 2,5 kilómetros de paseo marítimo de A Coruña olvidado desde hace 15 años
A CORUÑA
En la zona hay una senda de tierra y el Ayuntamiento está actualizando el proyecto del 2009
10 nov 2024 . Actualizado a las 08:59 h.En la rotonda de O Portiño que permite acceder al poblado o a la cala el paseo marítimo llega a su fin por esta parte del litoral coruñés. En paralelo a la carretera que lleva a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Bens discurre un camino de tierra que al llegar a esta instalación la rodea por la parte más próxima al mar. Al pasarla vuelven a acercarse, sin tocarse, y la parte de piedra y arena se prolonga hasta la cala de Bens, arenal que desde octubre del 2023 permite el acceso de perros durante todo el año.
Son alrededor de 2,5 kilómetros de recorrido que discurren por una de las partes más desconocidas de la costa coruñesa y para los que hay un anteproyecto de paseo marítimo desde hace 15 años.
La idea de este plan era la de adecuar este trazado al tránsito de peatones y ciclistas partiendo de una solución más sencilla —en el argot urbanístico se define como blanda— que la existente en la parte más céntrica del paseo marítimo, como en el Orzán o en As Ánimas, debido al carácter de la zona y las limitaciones existentes por la propia configuración del terreno.
Después de un decenio sin que se realizasen movimientos para reactivar la consolidación de esta zona, a finales del 2019 el gobierno local inició conversaciones con la Demarcación de Costas —dependiente del Gobierno central— para ver cómo abordar el proyecto. Así, en el 2021 se encargó una actualización del plan que había, pero por el momento no se hicieron públicos más detalles sobre posibles modificaciones incluidas o cómo se definirá la actuación.
El gobierno local continúa trabajando en perfilar este proyecto, aunque en los últimos meses los avances se centraron en el otro extremo del borde litoral, en As Xubias.
La financiación
Otra de las incógnitas que queda por resolver es la manera de financiar este proyecto, una cuestión sobre la que no se llegó a aventurar cómo se acometería y si debería ser una inversión en exclusiva del Ayuntamiento o si podrían participar también otras Administraciones, como el Gobierno central. Tampoco se llegó a hacer público cuál sería el coste total para acometer la intervención.
Las primeras referencias sobre esta actuación se remontan al 2007, cuando se produjeron reuniones en Madrid entre representantes del Ayuntamiento y del Ministerio de Medio Ambiente para analizar la posibilidad de expandir el trazado del paseo marítimo en este tramo. Ese año se sacó a licitación la redacción del proyecto.
Por aquel entonces, la depuradora de aguas residuales de Bens todavía estaba en fase de construcción y no se inauguraría hasta cuatro años más tarde. La idea era que en esta zona se diese continuidad al modelo de paseo que existe entre San Roque y O Portiño.
Esta se caracteriza por discurrir en paralelo a la carretera, que es adoquinada, de la que se separa mediante bloques y progresivamente se va abriendo expandiendo un talud por la diferencia de cotas. Junto a la pared verde aparece el carril bici, asfaltado, y la zona peatonal está formada por losas de hormigón.
La consolidación de este tramo supondría poner el broche al paseo marítimo por esta parte del litoral coruñés, que por sus características y poco desarrollo es uno de los menos humanizados que quedan en la costa de la ciudad. Sin embargo, hasta ahora se trata de la zona más olvidada de la franja marítima, a pesar de que hace ya 15 años que se proyectó su mejora.
Cristina García Fontán | Profesora de la UDC
«Hay otras partes que sería importante explorar, como hacia el monte de Bens»
Profesora de Arquitectura e Paisaxe en la Universidade da Coruña (UDC), Cristina García Fontán considera la zona entre O Portiño y Bens «es un espacio muy importante e impactante, también por la presencia de islotes», al tiempo que indica que la EDAR de Bens es «el punto más sensible».
La experta entiende que las actuaciones que se puedan llevar a cabo en esta zona no son comparables a otros tramos del paseo marítimo. «Hay que dejarlo más agreste y salvaje, mantener su carácter natural, que ya está bastante vapuleado», explica antes de apuntar que «los paseos marítimos no se tienen que extender indefinidamente, no todo se tiene que urbanizar, llega con que haya zonas con que se pueda acceder y pasear. Las partes urbanizadas requieren una intensidad, pero hay lugares que piden una solución más blanda».
Así, la profesora de la UDC apuesta por valorar algunas alternativas para la zona. «Lo conectaría con el parque de Bens a través de sendas que permitan recorrer el monte y que le den otra cualidad, no insistir siempre en esa cinta pegada al agua. Podría generar unas vistas muy agradables y espacios de estancia desde otra cota», reflexiona. En esta línea señala la necesidad de «reconectar barrios y espacios verdes con el agua, que sea más transversal y no tan lineal».
Isabel Aguirre de Urcola | Arquitecta y paisajista
«Es el cinturón marítimo, una cosa es la bahía, pero el océano es otra diferente»
La parte menos urbanizada del litoral coruñés tiene «un valor impresionante» según la arquitecta y expresidenta de la Escuela Gallega del Paisaje de la Fundación Juana de Vega. «Es el cinturón marítimo de la ciudad, una cosa es la bahía, pero el océano es otra diferente».
«Tener el mar al lado aporta un valor añadido», reconoce la experta, que destaca el «carácter fantástico» de esta zona, incluido el poblado de O Portiño. Este núcleo podría ejercer como «punto de articulación» de un proyecto más ambicioso —no necesariamente bordeando el mar— y que consistiría en unir dos de los parques más extensos de la ciudad, el de San Pedro y el de Bens.
«Entraría dentro de lo conocido como infraestructura verde de la ciudad, sería un cinturón verde y se crearía una zona sin igual», destaca Aguirre.
«Sería recomendable poder crear una conexión muy humanizada y afable para que la gente pudiese caminar», destaca la experta paisajista y arquitecta, que pone en valor la importancia de crear «conectividad entre zonas verdes».
Así, esta parte de la ciudad, de carácter más natural, ofrece «grandes oportunidades» que se podrían incrementar mejorando las sinergias entre los grandes parques de esta zona.