El cruce de rutas y líneas por la obra del Cantón confunde a los viajeros del bus en A Coruña

No cesan los sobresaltos entre los usuarios de los buses urbanos afectados por el cierre de la Marina con motivo de la obra de los Cantones en A Coruña. De las 24 líneas que despliega la Compañía de Tranvías en la ciudad, 10 han alterado su recorrido entre el Hospital Abente y Lago y la plaza de Ourense, que hasta el 1 de abril discurría por Puerta Real, la Marina, el Obelisco y el Cantón Pequeño (a la inversa, en el viaje de vuelta), y ahora se desvía por el túnel de O Parrote y la Avenida do Porto, con una única parada detrás del edificio de la Terraza.

Los cambios todavía sorprenden a usuarios esporádicos que se revuelven en sus asientos alarmados por los giros inesperados del conductor y la indiferencia del resto de pasajeros. Pero salvo despistados de última hora, después de 15 días con las nuevas rutas, los viajeros habituales tropiezan con un descalabro imprevisto. «Yo cogí el 2 para ir a una charla al rectorado, en A Maestranza. Salimos del túnel en el castillo de San Antón y, al llegar al Abente el conductor me dijo que tenía que bajarme, porque era el final de la ruta. Me bajé, seguí andando y cuál fue mi sorpresa cuando vi pasar al mismo bus por delante de la parada de la UDC», explica Yago Peña.

Empieza el corte de un tramo de la Marina por la obra de los Cantones, en A Coruña

David García

Un traspiés por el estilo sufrió hace cuatro días Ángela, usuaria del 17. «Quedé con una amiga en la Ciudad Vieja y cuando ya nos íbamos vi en la aplicación que no me daba tiempo a cogerlo en el Abente, pero sí en la parada que hay enfrente de la Hípica. Fuimos corriendo y conseguimos llegar, pero el bus no paró y siguió hacia el paseo marítimo. Pensamos que se había despistado», explica la mujer, que decidió echar a andar hacia A Maestranza y subir al primer bus que pasara y la acercara a la Casa del Mar, cerca de su destino.

«Vimos venir al 1, al 2A y a otro más. Ya estábamos en la parada del jardín de San Carlos. Me despedí de mi amiga, me acerqué a la carretera para coger el 1 y, lo mismo, veo que siguen de largo los tres. Yo flipando. Pues al final tuve que bajar hasta el Abente y allí una señora me explicó el lío», cuenta.

Para enfilar la boca del túnel de O Parrote, los buses tiene que realizar un cambio de sentido, imposible de encajar en la diminuta glorieta del Abente. La maniobra solo puede completarse dando una vuelta de algo más de un kilómetro por la Maestranza y la Hípica para salir al paseo marítimo, detrás del Oceanográfico, y desde allí bordear la muralla histórica y entrar en el túnel. Así hacen todos las líneas desde el 1 de abril, incluidos los que vienen de Monte Alto y en un lapso de tres minutos pasan dos veces por el mismo lugar.

En ese trayecto los buses pasan por tres paradas, pero no paran en ninguna. De ahí viene la confusión, se quejan los viajeros. «Como las rutas originales de las líneas no pasan por ahí, hacen el recorrido del tirón, sin dar servicio a esas tres paradas, que beneficiarían a muchos viajeros de Monte Alto, porque no tendrían que ir hasta el Abente. O sea, es todo provisional, pero a medias», lamenta Ángela, que cuestiona la falta de información. «Con lo fácil que hubiera sido explicarlo en los carteles», desliza.

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