

























La fiebre por lucir uñas de colores, esculpidas o con adornos siembra de «nail bars» la ciudad
04 jul 2020 . Actualizado a las 11:36 h.Rosalía tendría mucho dónde elegir si quisiese hacerse la manicura en A Coruña. Los centros de uñas viven su época dorada en la ciudad. «Temos a axenda ocupada ata o 20 de xullo. A xente cando ven facer a manicura xa pide vez para a seguinte vez». Noelia Torrado está detrás de Mimo The Beauty Room, un centro de belleza pensado «como un salón de casa» en la calle Posse. Ella abrió hace seis años: «Aínda éramos poucos». Recuerda cómo hace unos años hacerse la manicura o la pedicura era algo que se hacía en la peluquería. Los nail bar cambiaron ese concepto. «Son un complemento máis». El verano pide colores y pequeños dibujos con los que completar la manicura.
«Las redes sociales son un escaparate enorme». Richard Rodríguez puso en marcha hace ocho años Nails Coruña, un centro especializado en manicuras, nail art y pedicuras en San Andrés, muy cerquita de la plaza de la Galera. Cada manicurista usa el pincel con tanta destreza como un artista: en Nails Coruña acaban de pintar a Michael Jordan en una uña. Pero en su Instagram se pueden ver más trabajos: una manicura con la cara de Bart y Homer Simpson, un dibujo más grande que forma una figura sobre los cinco dedos o uñas esculpidas llenas de flores en 3D.
«En la crisis del 2008 decidí realizar unos cursos de uñas esculpidas porque siempre me había encantado el sector de la belleza. Abrí mi primer salón en julio del 2009 en Ourense. Fue el primer centro dedicado exclusivamente al cuidado de las uñas, manos y pies. Este tipo de negocio ya existía en otros países y vi una oportunidad. En 2016 decidí dar el salto y abrir en A Coruña», explica Lorena, la dueña de The Nail Bar, en Durán Loriga. ¿Las manicuras más demandadas? «Son las baby boomer, que sería una francesa con efecto degradado y las manicuras de colores, con una uña de cada color. También los colores neón y flúor».
En Velvet Beauty Studio tienen más de 80 colores de referencia. «La demanda sigue creciendo cada mes, incluso es necesario pedir cita con varios días de antelación porque en estos momentos estamos a tope», explica Antonieta Blanco, la responsable de este centro de la plaza Álvaro Cebreiro. «El rey es el esmaltado semipermanente. Otro servicio que nos piden mucho son las uñas acrílicas para tener las uñas perfectas durante tres semanas». Detectan que las clientas se animan con los diseños: «Se ponen un toque diferente, como unos brillantes, formas geométricas, pegatinas…».
«Ahora mismo la gente está muy lanzada, antes era difícil que se saliesen de la francesa, el rojo y el granate. Ahora piden de todo: colores, uñas esculpidas, dibujos art decó, uñas joya con incrustaciones, piercings…». Sole Valcárcel abrió el primer Ooh la lá en 2014 en Médico Rodríguez. «Fue una bomba, la gente entraba y no sabía qué hacíamos, pero nos decía que quería comprarlo todo». El centro estaba lleno de muebles de colores y muchos detalles. Después abrió un segundo centro en Cuatro Caminos y otro en León. Para Sole el éxito de los espacios especializado en el cuidado de las uñas responde a que las manicuras se ven ahora «como un complemento más» de estilo.