Odile Cano, el laboratorio de joyería de Monte Alto en el que puedes aprender a hacerte tus propios pendientes
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Esta diseñadora, mitad leonesa mitad japonesa, crea sus propias colecciones, diseña a medida para "personas con nombres y apellidos" y da clases de joyería para todos los que quieran divertirse trabajando con las manos
06 oct 2023 . Actualizado a las 17:44 h.Se define como una ciudadana del mundo. «Nací en Guadalajara, me crie en Barcelona hasta los seis años y después me fui a Madrid. Viví en Tokio, en París, en Ourense y en A Coruña». Mitad leonesa mitad japonesa, Odile Cano trabajó durante años como diseñadora de complementos de moda en grandes empresas. Descubrió el mundo de la joyería y decidió formarse para crear algo propio. Así fue como nació la marca que lleva su propio nombre y su laboratorio, en el Monte Alto: el antiguo local del Barlovento, en el número 7 de la calle Villa de Carral, un espacio con un punto industrial que todavía conserva el letrero del antiguo bar de hamburguesas, en el que Odile instaló su taller de joyería artesana.
«Me encanta porque diseño para personas con nombre y apellidos». Toda su colección es «muy artesanal y muy pequeñita». «Hago una pieza de cada», cuenta. El resto de encargos los hace bajo pedidos, para momentos especiales o simplemente para aquellas personas a las que les hace ilusión regalar y buscan algo especial. «Cuando me encargan algo siempre pido información de la persona a la que se le va a regalar. Me gusta saber sus gustos, conocerla un poco más, porque quiero hacer algo para esa persona». El resultado es siempre positivo y la entrega de la joya acabada es motivo de alegría: en ocasiones «acaba llorando la persona que lo recibe y acabo llorando yo. Me involucro mucho y me hace mucha ilusión hacer esos diseños. A veces les dejo un mensajito dentro».
Odile reconoce que es «un poco hiperactiva» y que le gusta experimentar con todas las técnicas. Tampoco se pone límites a la hora de diseñar. «No quiero frenar la creatividad porque es lo más bonito». Una de sus últimas obsesiones son las partes del cuerpo y Odile luce unos pendientes enormes con forma de pies.
Le encanta compartir creatividad, así que en su espacio también ofrece cursos y talleres de joyería. En los talleres cada persona puede hacer su propia pieza desde cero. Empezó con un curso de elaboración de pendientes, pero habrá más. «Quiero contagiar a la gente de esto. Tú vienes con tu idea y yo te doy unas guías de cómo hacerlo. Es muy divertido, porque llegan con las manos vacías y se van con sus pendientes para casa».