Una perra abandonada escondió a sus cachorros en la iglesia de Rois, donde hace meses que sobrevive robando comida
27 may 2024 . Actualizado a las 19:04 h.Hace más de medio año que en la parroquia de Rois, en Bergondo, una perra negra con el porte de un setter vive agazapada en el entorno de la iglesia. Durante el día se esconde y por la noche roba la comida que puede entre las casas, contenedores y los comederos de otras mascotas. A principios de mayo los laceros de Servigal con la ayuda de una vecina lograron rescatar a su camada de cuatro cachorros: estaban refugiados bajo un hueco del talud del cementerio parroquial.
Son el fruto de aventuras acaecidas el pasado mes de enero, cuando varios canes de la aldea seguían a esta perra, incansables, porque ella estaba en celo. Algunos incluso estuvieron varios días desaparecidos. Ya entonces vecinos como Begoña Peña alertaron a Servigal y comenzaron a buscar a la perrita. No dieron con ella, los meses pasaron y hace unos diez días, cuando los feligreses salían de la misa, vieron a sus cuatro cachorros dando sus primeros pasos entre los nichos.
«Venía a comer la comida de mis gatos, así que le puse una cámara y capté imágenes en las que se veía que era una perra que estaba amamantando a una camada claramente», cuenta Begoña, que sigue haciendo lo posible por dar con esta perra, que además de hambrienta ahora seguramente estará muy triste por perder a sus crías. Los trabajadores de Servigal también están volcados en este caso: desde principios de año fueron decenas de veces a buscarla por la zona y a principios de mes pudieron recoger a sus cachorros, que nunca habían visto a personas.
Muchos biberones
«Son muy bonitos y tardaron muy poco en socializarse, es más, uno ya responde y viene cuando se le llama: van a ser de tamaño mediano, como un labrador y negros», cuenta Noemí Seijo Souto, la veterinaria de Servigal, que está dando decenas de biberones al aluvión de camadas abandonadas esta primavera. Algunos cachorros son tan pequeños que se los tiene que llevar a casa cada tarde.
Los que nacieron en Rois ya están fuera de peligro; comen, han recibido sus primeras vacunas y los han bautizado como la patrulla canina por lo graciosos que son: «Son dos machos y una hembra, son muy especiales», cuenta Noemí, que no pierde la esperanza de encontrar a la madre y de atenderla, porque seguramente está muy débil tras parir sola y amamantar a los retoños. De hecho, a la jaula-trampa en la que intentan cazarla han llevado a uno de sus bebés para atraerla con el olor de su retoño. También la tientan con chorizo, pero en vano. Parece demasiado asustada. «A veces tardamos un mes en cogerlas, pero es muy importante para que no vuelva a quedar preñada y a pasarlo tan mal en la calle con su camada», alerta la veterinaria de Servigal.
«Tenemos un montón de casos de animales que están en la calle con sus crías»
Los trabajadores de Servigal hacen muchas rondas para poder rescatar a la madre de los cachorros. Tienen una gran aliada en la zona, Begoña Peña, la vecina que puso las cámaras y que incluso ha dejado que coloquen la jaula trampa con la que intentan atraparla en los lindes de su finca para que nadie más la manipule. «Cayeron otros perros y ella no entraba, pedimos a la gente que le pueda estar dando comida que no lo haga para poder cogerla, sino en unos cuatro meses volverá a estar preñada, otra vez sola, sin comida», alerta Rosa Guerra, responsable de Servigal y con una amplísima experiencia en rescatar a perros abandonados.
«Tenemos un montón de casos de perras que están en la calle con sus cachorros, que los tienen en cualquier sitio y eso es un problema, además de peligroso para los animales», alerta la responsable de una empresa, Servigal, que además del servicio de lacería del Consorcio As Mariñas lleva el de A Coruña, Carballo, Arteixo Cerceda, As Pontes, Pontedeume, Miño, Aranga y A Laracha. Hace solo un par de días que rescataron a otra perra que estaba abandonada junto a sus siete cachorros.