Once menores trabajan ya con perros para asumir su paso por el juzgado de Betanzos

D. Vázquez BETANZOS

BETANZOS

CESAR DELGADO

El proyecto pionero quiere reducir los niveles de estrés de los pequeños y que cuenten con un apoyo dentro de las salas

01 mar 2019 . Actualizado a las 16:42 h.

Bosco, Pot y Venus, tres perros de Candamin especializados en terapias, se pasearon esta mañana por las dependencias del juzgado de Betanzos, donde se pone en marcha un proyecto piloto para que acompañen a los menores que tengan que declarar. Como paso previo a que los niños se vean en esa situación, ya se han realizado intervenciones con once menores y todos han respondido bien a la presencia de los animales con las que se pretende evitar situaciones de estrés y con el fin de que cuenten con apoyo para abordar una situación compleja.

Natalia Vázquez Pita, directora del CIM de Curtis y coordinadora de este programa, explicó que la experiencia puesta en marcha de terapia asistida en Curtis ha servido de base a esta iniciativa impulsada por la Fundación María José Jove y la Asociación pola Igualdade e a Coeducación (Apico), con respaldo de la Guardia Civil de Curtis y Betanzos y que está respaldado por la Consellería de Xustiza, ya que también se cuenta con la implicación de Roberto Barba Alvedro, el juez decano de Betanzos. «Este proxecto ten dúas partes, unha de intervención e outra de acompañamento ao xulgado. Na de preparación de xulgado xa hai, facemos que se coñeza o menor e o can e faise unha avaliación por se o menor presenta nivel de ansiedade desmesurado ou autoestima», apuntó.

«Vamos a utilizar os cans cun fin terapéutico e que os menores tomen contacto cos cans e teñan confianza para que podan expresar as súas opinións e desexos, e tras ese contacto cando teñan que vir a declarar o xulgado, que os acompañen os cans para que veñan máis tranquilos e relaxados», resume el juez Roberto Barba, los pasos de este proyecto en el que llevan trabajando desde octubre del año pasado.

«O proxecto que hai agora é para os nenos vítimas dalgunha violencia doméstica», explica y comenta que se prevé ampliar al resto de conflictos de familias y por ello pone como referencia de los posibles casos los 200 divorcios contenciosos que atienden al año. «É un proxecto pioneiro e temos gañas de implementar o sistema porque os nenos cando veñen ao xulgado veñen nerviosos, supón desestabilizalos e isto pode ser paliado cos cans», afirmó.

La presidenta de la Fundación María José Jove, Felipa Jove, dijo «desde la fundación siempre hemos creído en los beneficios de los animales y por eso hace dos años comenzamos con la terapia para niños en el hospital Materno de A Coruña y cuando desde Apico nos presentaron esta iniciativa nos pareció muy novedosa y, al tiempo, muy interesante porque los niños sufren, a veces, situaciones muy delicadas y el que conozcan a los perros los va ayudar». Asimismo, puntualizó que además de ampliar la terapia con perros a otra sala del Materno, trabajan con ellos en un taller para niños con autismo.

«Nos parece que son niños muy débiles y todo el apoyo que se nos pueda dar es bueno», comentó Jove,

Lucía Lombardía, terapeuta ocupacional, y Adrián Paredes, el educador canino, son los encargados de los perros. Lombardía comentó que llevan trabajando con Venus, un perro de aguas de nueve años; Bosco, con mestizo de braco de 2 años, y Pot, un perro de agua de año y medio y con discapacidad visual, en distintos proyectos y serán los que participen en el programa en el juzgado.

«Por el momento tenemos sesiones de terapia y de preparación para poder trabajar con ellos en el juzgado», reconoce y asegura que la «relación niño perro es buena, buscamos la motivación extra para que el niño quiera venir. Con los perros trabajamos la frustración, las emociones, la autonomía del propio niño y notamos con las sesiones es el miedo al juicio y lo que queremos es que el niño tenga alguien cercano que le motive, que en este caso son los perros», remarcó. «Lo que buscamos es que el perro sea su apoyo», reconoce Lombardía.